Los
restos de Ramón Eugenio Medina, de 60 años; Carmelina Cabreja, de 49; y del
hijo de ambos, Daniel Medina, de 20, serán sepultados en Aminilla. Mientras que
Charlie Quezada será llevado a Moca, provincia de Espaillat, donde residen sus
parientes.
Los
cuatros fueron asesinados a balazos la madrugada del lunes en una vivienda de
la comunidad rural Barrera de Aminilla. Una quinta persona resultó herida de
gravedad.
El
hecho es atribuido a tres haitianos y un dominicano, quienes llegaron a la
vivienda y abrieron fuego contra los ocupantes. Los homicidas se llevaron armas
de fuego, celulares y $60 mil pesos.
Uno
de los extranjeros murió tras una persecución policial. Otro fue apresado. Un
tercero sigue prófugo.
ENVENENARON LOS PERROS Y CORTARON LA
ENERGIA
Mientras,
este martes trascendió que hace dos semanas habían sido envenenados cuatro
perros que merodeaban el entorno donde ocurrió la masacre. Uno era el guardián
de la vivienda.
La acción creó preocupación entre los vecinos porque además cortaron los cables de electricidad.
Rodolfo
Antonio Cabreja, padre de la hoy occisa Carmelina Cabreja, contó que desde que
murieron los animales tenía un mal presentimiento.
Dijo
que pidió a su hija y demás familiares mudarse del lugar, «porque se trata
de un área insegura».
Además
de que hacía tan solo un mes había pasado una tragedia similar en la zona.
A
tan solo un kilómetro de distancia, en la misma comunidad de Aminilla, el
pasado 2 de agosto fue muerto a balazos Manuel Rodríguez, de 51 años, quien se
desempeñaba como prestamista, mientras que Francisco Rodríguez, de 81, y dos
adolescentes de 16 y 13 años, todos de un mismo núcleo familiar, resultaron
heridos.
En
el hecho, calificado como un atraco, están vinculados nacionales haitianos.
Uno, identificado como Ronald Joseph, apodado “Cobijo”, fue apresado.