Por: Euclides Gutiérrez Féliz.- El ciudadano presidente de la República, Danilo Medina, que gobierna nuestro país como la más alta expresión del Estado Dominicano, apoyado por el Partido de la Liberación Dominicana, ha asumido, con responsabilidad, el papel que debe jugar como Jefe del Estado en relación con el plan traidor, perverso, puesto en ejecución contra la República Dominicana y financiado, particularmente, por los Estados Unidos, Canadá y Francia; plan siniestro, ese es el calificativo real, que tiene como objetivo borrar del escenario político a la República Dominicana para fundirnos como conglomerado humano con el desgraciado pueblo haitiano que habita la parte Occidental de la isla de Santo domingo.
Vamos a copiar en el próximo párrafo la que a nuestro criterio es la más ajustada a la verdad de las declaraciones que el presidente hizo en relación con lo que estamos denunciando hace más de veinte años:
“Admite presión internacional”, dice el subtítulo de la primera página del Listín Diario del miércoles 26 del corriente mes; más adelante dice:
“Danilo reivindica derecho RD de decidir reglas migratorias”, y señala “El presidente justifica que a Deguis no se le haya permitido salir sin pasaporte”; y agrega “El presidente Danilo Medina reconoció ayer el derecho que tiene Estados Unidos para otorgar visado de su país, igual como República Dominicana tiene la potestad de establecer sus propias reglas.
El mandatario dijo que las autoridades de migración de la República Dominicana actuaron correctamente y de acuerdo a las leyes dominicanas, al no dejar salir del país a la señora Juliana Deguis, porque no poseía la documentación requerida”.
Esas declaraciones las dio el presidente de la República al salir de una reunión con el dirigente perredeista Luis Abinader, en la continuación de sus consultas sobre el proyecto de naturalización que prepara su gobierno.
Danilo reconoció, en un acto de sinceridad que le honra, que “el país está siendo sometido a presión internacional por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional”. Podemos asegurar que estas declaraciones del ciudadano presidente son valientes, responsables, correctas, coherentes y políticamente oportunas, que van a seguir sumándole simpatías y respeto a su gestión, porque la primera obligación de un Jefe de Estado elegido con el apoyo mayoritario de la población es defender la soberanía, la independencia y la dignidad del pueblo que lo ha escogido para la más alta función de un Estado organizado.
Juan Bosch, el gran maestro político dominicano y de América, ideólogo, fundador y líder histórico eterno del PLD, nos enseñó a todos los que le acompañamos en la construcción de este formidable instrumento político que es nuestro partido, que “la pelea es peleando”, y así lo comprende Danilo Medina y lo comprendemos todas las mujeres y hombres que militan en las filas del PLD, como lo comprende también la inmensa mayoría militante, valiente en su patriotismo de la Nación dominicana, que los republicanos de febrero de 1844 convirtieron en un Estado, soberano, libre e independiente.