Santo Domingo.- Durante tempranas horas de la tarde del Viernes Santo, la lectura del sermón de las últimas siete palabras que Cristo pronunció en la cruz al momento de ser crucificado dominó el contenido noticioso del país.
Entre sermón y
sermón, los diferentes sacerdotes aprovechan para tocar los principales temas
que en ese preciso momento estén afectando a la población dominicana. Esta
Semana Santa no fue la excepción y durante las predicas, los tópicos del aborto
en las tres causales y la lucha contra la corrupción administrativa fueron el
foco de atención.
Precisamente el
debate que vive la sociedad sobre la aprobación de la interrupción del embarazo
en tres causales fue el tema principal del sermón de la primera palabra, que
estuvo a cargo del padre Pelagio Taveras.
“Padre perdónalos que
no saben lo que hacen”, es como reza la primera de las siete palabras, pero
Taveras las sustituyó por: “Padre perdónalos, pero ellos sí saben lo que
hacen”, haciendo referencia al tema que se ha convertido en un debate desde
hace tiempo entre grupos activistas y la iglesia católica.
“Perdónalos cuando se le quita la sacralidad al cuerpo humano que es un templo del Espíritu Santo y se le convierte en sepulcro del aborto. Perdónalos cuando se defrauda la esperanza de todo un pueblo que elige tener una vida y al contrario se le quitan sus derechos a tener una vida digna”, exclamó el padre durante la liturgia celebrada en la Catedral primada de América.
Bajo el mismo tenor
de que “sí saben lo que hacen”, Taveras también se refirió acerca de los
pésimos servicios que ofrece el Estado en las diferentes entidades públicas.
“Perdónalos cuando
ofrecen sus servicios de pésima calidad en oficinas públicas hospitales
escuelas y transporte cuando quieren destruir nuestros recursos naturales
basados en intereses ambiciosos y aprovechando la oportunidad para recordar
Loma Miranda no se negocia”, explicó el sacerdote.
De igual forma, se
refirió a los funcionarios y jefes de Estado que luego de terminar su gestión
de gobierno quedan con pensiones “más altas de lo debido”, mientras que un
empleado normal con bastos años trabajando solo quedan “con una miseria de
sueldo”.
Extendiendo su
narración, señaló que una gran cantidad de estudiantes están actualmente
graduados de universidades pero que para ellos no existen fuentes de empleo y
no valorando el talento de los mismos, desalentando a la juventud dominicana.
“Perdónalos cuando
miles de estudiantes son graduados en la universidades pero no se creen fuentes
de empleos desalentando las esperanzas de su Talento obligándolos a emigrar sin
poder realizar su vocación”, dijo.