¿Qué si se lo gozan? “Demasiado”, dice el joven de 21 años. “Te puedo decir: ¡ay de nosotros si no fuera por el ‘zoom’! Yo mismo estaría de llevar al manicomio. No es fácil lo que se está viviendo, pero mis amigos y yo le hemos buscado la vuelta”. Se nota alegre al hacer su relato, pero al mismo tiempo deja escapar un sentimiento de tristeza cuando se queda callado por un largo rato.
¿Rodrigo, estás ahí? Fue la pregunta obligada ante el silencio que se produjo al otro lado del teléfono. “Sí, sí. Esto aquí. Excúsame. Es que me da nostalgia, extraño mucho salir con mis primos, con amigos… Uno hace su coro por el ‘zoom’, pero de verdad, de verdad, es muy duro”. Lo hace saber ya sin poder contener el llanto.
Esta vez fue mejor esperar. Ya estaba claro que sus pausas se debían al nudo en la garganta que boicoteaba la conversación. “Como te iba diciendo, en medio de todo agradezco que estemos en la era de la tecnología para aunque sea ‘online’ ver cómo están mis amigos. Hay algunos que están ‘pelú’, otros con barbas y así, bien acabados, como yo”. Lo dice ahora más alegre y confiado en que esto pronto pasará.
Rodrigo tiene dos hermanos gemelos, de 16 años. Al igual que él encuentra en esta novedad una forma de acercarse a sus ‘panas’. Lo hacen más que a través del juego. “Hay todo un mundo de videojuegos y ellos se la pasan en eso desde que ‘salen’ del colegio”. Este dato lo aporta muerto de la risa, haciéndole ‘bullying’, como él dice.
Amaneciendo y gozando
“Hay que buscarle el lado positivo a todo”, es lo que cuenta Sarah Patricia cuando se le pregunta por sus largas tandas de diversión a través del ‘zoom’. “Si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonadas, eso es lo que siempre han dicho mis abuelos. Y yo con esta novedad estoy tratando de hacer un jugo bien dulce porque estamos viviendo momentos muy amargos”, expresa entre risas la joven de 20 años.
Lo más tarde que se ha acostado en estos casi dos meses de confinamiento es a las 4:00 de la mañana. Lo deja saber como si esta hora estuviera dentro del horario habitual para invocar a Morfeo. “La verdad es que hay días, ahora que estamos de vacaciones en la universidad, en que hago ‘zoom’ en la tarde con un grupo de primos, a media tarde, casi noche, con otro grupo, y bien entrada la noche hasta la madrugada, me conecto con otro coro. Es una locura. Con unos juegos, con otros hablo disparates y con otros hasta celebro cumpleaños, bonches y de todo porque esta vida hay que vivirla”. Concluye entre carcajadas.
Contrario a Rodrigo, Sarah Patricia extraña, pero no se atormenta; le da nostalgia, pero la cambia por risa; le da deseos de salir corriendo a bailar, pero decide hacerlo “como una loca” en su cuarto mientras sus amigos lo hacen en el suyo. Lo cierto es que, el ‘zoom’ se ha convertido en ‘la zona’, el bar, la discoteca y en todos los lugares de diversión de los jóvenes que han encontrado en este recurso su pasatiempo favorito.
DIVERSIÓN ‘ONLINE’
Los no tan jovencitos
No solo los adolescentes y los jóvenes han encontrado en el ‘zoom’ su válvula de escape. Hay otros un tanto más adultos que se han dejado seducir por la magia de este recurso tecnológico que se está utilizando para apaciguar un poco el aburrimiento, el ocio y hasta la ansiedad que se producen ante el distanciamiento social que ha impuesto “como regla” el coronavirus para no hacer de las suyas.
De hecho, todos los días causa más estragos en República Dominicana. Ya son 313 las víctimas mortales que se ha llevado entre sus garras, y 7, 288 los contagiados. Así que, seguir quedándose en casa, continúa siendo la mejor arma para hacerle frente al virus que ha convertido a muchos países en “ciudades fantasmas”.