sábado, 2 de febrero de 2019

Venta callejera de falsa cocaína pone en peligro vidas en Baní


 Baní.-El mayor volumen de ese polvo blanco a la venta  abierta e impune,  a través de las calles de barrios marginales y espacios centrales de esta ciudad, y sus campos vecinos, bajo camuflaje de “cocaína”, en forma de bolitas con envolturas de  fundas plásticas que llegan hasta miles de consumidores que inhalan cada día esa sustancia, es no más que una  especie de cóctel explosivo que, progresivamente, destruye órganos vitales de sus organismo y encoge sin remedio sus vidas.

Aquellos que ya están atrapados en este problema de consumo de esa sustancia, que se aspira por la nariz, los consumidores locales, calculados en miles por día, pagan por algo que creen es cocaína, aceptada con sus “cortes”, cuando la verdad es que se trata de un conjunto de adictivos que pueden llevarle a una muerte segura.

Hileras de motociclistas se desplazan por las calles de barrios con sus clientes, que al llegar a los puntos o hacer contacto con vendedores situados en calles o esquinas clave de contacto, se tranzan en la venta de esta droga que les produce diferentes efectos placenteros, excitantes y hasta alucinógenos.

Hay una estafa clara en la venta de esta droga, y mientras el consumidor sigue creyendo es cocaína, su adición a esa mezcla de sustancias avanza y mantiene su salud entre en juego de muerte.

Los síntomas ya están a la vista  en las calles, con la presencia en la diversidad sexual de adolescentes, jóvenes, adultos y hasta gente entrada en su vejez, con problemas mentales y pulmonares respiratoria; flácida, enfermos, rateros, asaltantes y asesinos. Además, se añaden las desgracias que padecen las muchas familias cuyos parientes adictos tienen serios problemas de conducta.

Diálogos francos, mantenidos con padres y otros integrantes  de familias residentes en diferentes sectores de la ciudad, revelan la existencia de un problema que agobia esos ambientes; peleas y discusiones en la familia, rebeldía de hijos, cambios radicales de conducta; ausencias del hogar, especialmente menores de edad, alteraciones del humor, sustracción de pertenencias en el hogar, entre otras situaciones.

Irritación y agresividad son también reacciones que indican de alguna forma un problema que podría estar asociado al consumo de  drogas, que en el caso tratado tiene sus particularidades de mayor peligro al desconocer el consumidor el contenido de lo que “esnifa” o inhala a través de sus fosas nasales.