Nació en Altamira en 1934 e inicia en febrero de 1954 sus
labores educativas en el paraje
Posteriormente fue designado maestro en las escuelas: Los
Llanos, en Altamira, Puerto Plata; La Placeta , Haina y la Piloto de Bayona. En 1962
fue nombrado Supervisor de Educación de Adultos en Boca Chica y, dos años más
tarde ocupa ese mismo cargo en la Dirección General de Educación Secundaria y
Normalista.
En 1965 es nombrado Inspector de Educación en La Isabela , Puerto Plata y en
San José de Las Matas. En 1979 ocupa el cargo de Director General
de Educación Técnico Profesional; en este año también es ascendido al cargo de
sub-secretario de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos en las áreas
administrativa y docente.
En 1981, el Presidente Antonio Guzmán lo designó Secretario
de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos. Fue Director del recinto de
Santiago de la
Universidad CETEC ; Rector fundador de la Universidad Nacional
Evangélica (UNEV); Consultor Educativo en la Legislación Escolar
y Asesor de la
Comisión Bicameral para la elaboración de la Ley General de
Educación No. 66’97; Consultor escolar del Proyecto del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) y el Ministerio de Educación; Secretario de Educación, Ciencia
y Tecnología (SEESCYT), al frente de la cual permaneció hasta el 16 de agosto
de 2004 y, Presidente del Consejo Nacional de Educación Superior.
El profesor Andrés Reyes Rodríguez es considerado por
quienes lo conocen como un hombre de carácter amable pero firme, un ser humano
de principios, dedicado a servir y con méritos sobrados en todos los cargos
públicos y privados que ha desempeñado.
Son muchas las instituciones públicas y privadas, nacionales
e internacionales, que han hecho reconocimiento a sus 50 años de servicio
magisterial, cuyo largo historial educativo le hizo merecedor del Premio
Medalla de Oro al Mérito Magisterial Ercilia Pepín en el año 2004 que otorga la Fundación Pepín ,
presidida por el Dr. Bienvenido Corominas Pepín.
Damos un sincero homenaje y fiel reconocimiento a su labor
de educador, a su espíritu altruista que llena de gloria las páginas que con
sus acciones nobles escriben los hombres, que como él, lo han dado todo por el
porvenir de la patria.
