Me agrada ver como padres orgullosos salen a exhibir las
calificaciones notables de sus hij@s, por los medios que estén a su alcance.
Sin embargo, brillan por su ausencia aquellos padres que agachados están
censurando a las escuelas y a los maestros y demás, por no asumir también el
roll que les corresponde a ellos como educadores naturales de sus vástagos; si
eso se diera, hoy sería fiesta nacional, celebrando el éxito de todos los
estudiantes nacionales, pero no, muchos holgazanes dejan toda la responsabilidad
a los maestros que desarticulados frente a la debacle de ataques ejercidos
desde todas las arenas de opiniones en nombre del derecho que les asiste a los
niños, niñas y adolescentes, pensando que la educación y la instrucción no es
una actividad de doble vías.
Cuántos estarán desacreditando la educación dominicana y con
ella a sus maestros pero: ¿saben los padres en qué asignatura estuvo sin
competencia su hij@?, ¿revisó junto a él o ella los cuadernos diariamente por
quince minutos? ¿ se presentó al plantel cada vez que le llamaron para
informarle del aprovechamiento o no del estudiante?, ¿ participó en las
actividades propias del centro donde están los muchachos?. No, ese es un asunto
de la escuela, esas no son sus atribuciones, al maestro le pagan para eso y lo
demás que lo haga la calle. Ni siquiera los educaron como reza la máxima
"Mándame a tu hijo educado y yo te lo instruiré en la escuela"
La familia educa, en la escuela se forma se les ofrece alternativas para su desempeño en la vida. El día que los padres caminen juntos a los maestros, la mejoría de la educación dominicana será notable, de calidad a pesar de los pesares.