Santo Domingo.-Pese a que desde hace años desaprensivos han
venido asesinando personas para quitarles sus celulares, hasta el momento
pequeñas tiendas de venta y reparación de teléfonos móviles siguen
desbloqueando los aparatos sin pedir ninguna documentación que compruebe que el
artículo realmente le pertenece a quien solicita el servicio.
Tras las últimas muertes producidas por robos de celulares,
este medio visitó de manera encubierta tres tiendas, donde reparan, desbloquean
y venden celulares sin pedir ningun otro requisito que el dinero.
Las tiendas visitadas no son propiedad de ninguna compañía
telefónica a pesar de que pueden vender un chip de cualquiera de ellas, no son
espaciosas, pero en su interior tienen múltiples celulares y accesorios para
estos en venta.
Los negocios visitados se encuentran en la calle José
Contreras. Tienen en común que todos son pequeñas habitaciones, dividas
en dos: una parte frontal, que muestra la mercancía en venta, y una parte
trasera que funciona como taller, donde se pudo observar mesas con piezas
de celulares desarmados.
Para poder vender esos teléfonos es necesario que sean
liberados, porque las personas o sus familiares lo denuncian como robado.
El proceso de “liberar” un celular significa desbloquearlo
cuando está reportado como sustraído. Lo que se hace es que se le cambia el
imei, que es una especie de código que identifica el celular, y se resetea, o
se reinicia, el firmware, que es el conjunto de instrucciones del
programa informático que se encuentra registrado en su memoria ROM. Esto
se hace por medio de una conexión USB y un software en una PC o computadora de
escritorio.
Con un proceso tan simple, ese aparato, que pudo costarle la
vida a alguien, es revendido en tiendas como la de Zuleika Hiciano Martínez,
quién, según la Policía ,
tiene un local de venta de celulares, el cual suplía a través de los robos
cometidos por cuatro hombres contratados por ella para esos fines. Uno de ellos
era su pareja.
Recientemente, agentes de la Dirección Regional Cibao
Central de la Policía
Nacional , apresaron a Hiciano Martínez y a cuatro hombres, a
quienes acusan de asesinar al joven Luis Medrano Reyes, de 23 años de edad,
para quitarle un celular.
El negocio debe ser lucrativo para los participantes, ya que
no se invierte nada más que salir a las calles a ver a quien
“encuentran”. Sin importar dónde esté su víctima o en cuáles actividades. Los
atracadores tienen claro su objetivo: adueñarse del aparato sin importar cuál
sea el desenlace.
Todo lo anteriormente expuesto, conjuntamente con la
complicidad de quienes compran los celulares robados y de algunas autoridades,,
ha generado que en tan solo tres días fueran asesinados igual número de jóvenes
por resistirse a ser despojados de sus teléfonos móviles.
Jóvenes asesinados
El pasado domingo 21 del mes en curso, un celular volvió a
cobrar el valor de una vida, la del expelotero de Grandes Ligas Víctor Liriano
(Vitico), de 22 años.
Dos desconocidos llegaron a la galería de su casa, Ubicada
en San Cristóbal, dónde éste reposaba en compañía de algunos familiares, lo
encañonaron y le pidieron el celular, el deportista se resistió.
Liriano recibió un disparo, caminó unos 15 metros , y se desplomó
frente a su residencia.
Diez días antes cayó abatido por la misma causa Cristian
José Almonte, de 27 años, quien, tras resistirse a un asalto, recibió un
disparo que acabó con su vida y sus sueños.
El hecho ocurrió en Villa Olímpica, al Sur de Santiago. El
fiscal Miguel Ramos, quien hizo el levantamiento, dijo que la tragedia
sucedió pasada las 10: 00 de la noche y que los asesinos le sustrajeron su
celular.
Por la misma causa, el robo de un celular, encontró la
muerte Luis Medrano Reyes, quien fue asesinado en la misma localidad que
Almonte y con dos días de diferencia del crimen contra el expelotero en San
Cristóbal.
Reyes regresaba la noche del martes de practicar en un
gimnasio y se dirigía a su residencia en la urbanización Fernández, del sector
Villa Olímpica, cuando fue interceptado y, al parecer, al resistirse al atraco
los delincuentes comenzaron a dispararle.
El joven, quien era estudiante universitario, falleció esa
misma noche, mientras recibía atenciones médicas en el hospital regional José
María Cabral y Báez.
Ante todo esto, la Policía hizo un llamado a las personas para que
se abstengan de comprar de celulares en tiendas que no pertenezcan a compañías
telefónicas del país.