
El hecho se originó
cuando el padre del menor identificado como Victorino Antonio Páez, violando las
disposiciones de las autoridades que prohíben bañarse en dicho canal, llevó al
niño a bañarse en el lugar, siendo arrastrado por las aguas.
Para localizar el
cuerpo del niño, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRIH) cerró
las compuertas que suplen del líquido al canal localizado en la zona norte de
Santiago.
Parientes
del menor se llevaron por la fuerza su cuerpo, situación que no pudo ser
evitada por los miembros de la Defensa Civil.