Un año que se fue y
otro que llega y la población espera que nueva propuesta le brinden, resulta
que caemos en la rutina con algunas excepciones, pero el círculo vicioso de
nosotros mismos nos permite en pensar que otro hace lo mismo. Levantarnos,
tomar café, desayunar, hablar cosas sin importancia, juntarnos con los amigos,
cherchar un poco y la excepción también en el círculo vicioso, levantarse,
trabajo, volver a casa y día por día lo mismo.
Ahora el año arranca
con la cultura de ofertación y aceptación política, hablar mentiras, convencer
con falsedades y conquistar al estúpido con promesa, ánimo, sonrisas y
palabras. Unas que no alimentan y otras que de emoción nos llenan, pero al rato
quedamos vacíos.
¿Quién será el
culpable de todo esto, acusamos al que nos engaña, pero no vemos que somos
culpables, porque no tenemos habilidad, tampoco intelecto y menos buscamos la
razón de una cultura que nos genere el conocimiento de liberarnos de aquellos
que usan su palabra para llenarnos la cabeza de falacias, creyendo que nos
llenan la barriga y también nosotros colaboramos mostrándoles a nuestros
semejantes que estamos satisfechos de las barbaridades que nos dicen.
Pero, cómo puede ser
que un candidato a síndico busque reelección cuando no haya buscado la puerta
del desarrollo de su comunidad y cuando dicen que no tienen los recursos
económicos producen asco, ya que para iniciar el desarrollo de su pueblo no
tienen que tener los recursos económicos, sino que sepa él producirlo con su
capacidad intelectual empleando los recursos intangibles y los tangibles de su
pueblo, resulta que dicen “soy rico y estoy enriquecido y falta no tengo que
buscar a nadie”.
Es decir rechazan a
hombres y mujeres muy buenos de su pueblo que tienen capacidad, tienen deseo de
trabajar, tienen relaciones y harían un buen aporte junto a la autoridad de la
comunidad, pero ya está dicho, hombres que dirijan falta hacen, hombres que
trabajen siempre sobran, estamos faltos de liderazgos que sean capaz de
llamarse emprendedores, “donde en cada calamidad vean una oportunidad y no como
los actuales que en cada oportunidad lo que ven es una calamidad”. Muchas
gracias.