Elegante y armoniosa es la convivencia
relacional entre los integrantes de seres animosos e inanimados para compartir
fuerzas energéticas que según las ciencias físicas se complementan por
compactibilidad en la existencia lógica en correspondencia biunívoca que en largos y cortos tiempos se auxilian en
el sigilo existencial por la existencia intelectiva de estado natural.
El (Yo) es el pronombre personal más cerca de
mi persona de modo abstracto para llegar a la persona real como revelación
concreta de que existo por la gracia divina de Dios, donde me rodean multitudes
de seres próximos y a distancia con los cuales me ha tocado convivir a favor o
en contra uno de otro.
Este conjunto de seres en personas, animales,
plantas y ecosistemas de flora y fauna me rodean para favorecerme o mancillar
mi persona como ente integral de la existencia natural, porque unos sirven de medicina
o calmante, mientras otros se muestran tóxicos y absorben mi sangre produciendo
moratones y torceduras, si no es que pican y matan.
Así está la sociedad que nos rodea por que
pocos hombres circunspectos en moral, respeto y valoración todavía se atreven a
vivir en la moderación.
La familia son las personas que me circundan
como entorno humano y hasta en ellos se da la intolerancia, el engaño y la
traición porque la vergüenza se fue de vacaciones.
Mientras se compran las conciencias y se
soborne la honestidad mi (Yo) estará en cautiverio en más normas oscuras sin
esperanza en la libertad.
Muchos aspiran a cargos y puestos, pero Yo le
pregunto ¿Dónde estás tú hoja de servicios en bien de tu prójimo?
Ellos también son partes del entorno
asqueantes y putrefactos con escándalos morales y sociales.
Yo, somos Usted y todos los que nos dejamos
enlazar de malos vaqueros que con pesitos compran el honor de otros y luego no
los conocen, son peligrosos como Satanás.
Yo los conjuro y en nombre de la Sangre de
Jesucristo los mando a los infiernos para que allá paguen su maledicencia.
No perdamos el horizonte del bien, pues aún
todavía hay gentes buenas y nobles ¡Abre tu mente!
Felicidades a nuestros maestros y maestras,
que sigan siendo antorchas encendidas para los estudiantes de hoy y de mañana.
Ser maestro es dar sin esperar recompensa
alguna.
Vamos todos a trabajar por el bienestar
económico y la salvación del alma, para alcanzar la felicidad.