jueves, 27 de junio de 2019

El Entorno y Yo


Por el Lic. Eddy  Arias Gómez

Elegante y armoniosa es la convivencia relacional entre los integrantes de seres animosos e inanimados para compartir fuerzas energéticas que según las ciencias físicas se complementan por compactibilidad en la existencia lógica en correspondencia  biunívoca  que en largos y cortos tiempos se auxilian en el sigilo existencial por la existencia intelectiva de estado natural.

El (Yo) es el pronombre personal más cerca de mi persona de modo abstracto para llegar a la persona real como revelación concreta de que existo por la gracia divina de Dios, donde me rodean multitudes de seres próximos y a distancia con los cuales me ha tocado convivir a favor o en contra uno de otro.

El entorno se expresa en susurro, con pensamientos buenos y malos que abruman o enaltecen los sentimientos que lentamente se anidan en la mente, el corazón, el espíritu o en todo el ser integral.

Este conjunto de seres en personas, animales, plantas y ecosistemas de flora y fauna me rodean para favorecerme o mancillar mi persona como ente integral de la existencia natural, porque unos sirven de medicina o calmante, mientras otros se muestran tóxicos y absorben mi sangre produciendo moratones y torceduras, si no es que pican y matan.

Así está la sociedad que nos rodea por que pocos hombres circunspectos en moral, respeto y valoración todavía se atreven a vivir en la moderación.

La familia son las personas que me circundan como entorno humano y hasta en ellos se da la intolerancia, el engaño y la traición porque la vergüenza se fue de vacaciones.

Mientras se compran las conciencias y se soborne la honestidad mi (Yo) estará en cautiverio en más normas oscuras sin esperanza en la libertad.

Muchos aspiran a cargos y puestos, pero Yo le pregunto ¿Dónde estás tú hoja de servicios en bien de tu prójimo?

Ellos también son partes del entorno asqueantes y putrefactos con escándalos morales y sociales.

Yo, somos Usted y todos los que nos dejamos enlazar de malos vaqueros que con pesitos compran el honor de otros y luego no los conocen, son peligrosos como Satanás.

Yo los conjuro y en nombre de la Sangre de Jesucristo los mando a los infiernos para que allá paguen su maledicencia.

No perdamos el horizonte del bien, pues aún todavía hay gentes buenas y nobles ¡Abre tu mente!

Felicidades a nuestros maestros y maestras, que sigan siendo antorchas encendidas para los estudiantes de hoy y de mañana.

Ser maestro es dar sin esperar recompensa alguna.

Vamos todos a trabajar por el bienestar económico y la salvación del alma, para alcanzar la felicidad.