Entre llantos y escenas de dolor compañeros
de escuela portando globos y pancartas acompañaron a darle cristiana sepultura
a los restos del pequeño, que fue envenenado por su padre Roberto de Jesús
López, de 37 años, con una sustancia desconocida que también él ingirió, y
permanece recibiendo atenciones en el Hospital Rodolfo de la Cruz.
Los familiares explicaron que De Jesús López
llevaba más de tres años separado de la madre del pequeño, al que recogía para
llevarlo a la escuela, sin embargo, desde hace tres días no lo hacía.
“Si él quería quitarse la vida debió de
hacerlo solo y no quitársela a mi sobrino, porque no le pesaba. Él no lo
mantenía”, manifestó entre llantos una tía del infante.
De Jesús López fue encontrado por una
patrulla de asistencia vial mientras convulsionaba en el interior de su
vehículo junto al cadáver de su hijo.
Vecino indicaron que el homicida suicida,
quien era chofer del transporte público desde la avenida Duarte hasta el
kilómetro 28 de la autopista del mismo nombre, nunca mostró ser una persona
violenta.
Familiares de Roberto indicaron que este se
encontraba depresivo y lloraba constantemente desde hace varios días, pero se
negaba hablar.
Tragedia. Coerción
El fiscal titular de Santo Domingo Oeste, Edward López, informó que en las
próximas horas Roberto de Jesús López será dado de alta del hospital y se le
conocerá medida de coerción en esta demarcación