Toda persona que le da seguimiento a
la evolución del mundo y al país para señalarlo como el nuestro hay una serie
de disturbios y desorden sociales que merecen que el Gobierno organice un
simposio donde personas de alto rendimiento en análisis puedan exponer al
Gobierno las causas que motivan los elementos que están afectando la sociedad
dominicana.
Cuando en la mañana se prende la
radio, la televisión o se abren las páginas de los periódicos las portadas en
titulares abren la alerta de las emociones desbordadas que se manifiestan en la
familia del pueblo dominicano.
El primer flagelo es el tema de la
delincuencia, la corrupción tanto administrativa como privada, la prevaricación
en las funciones de los que tienen investidura.
Otro flagelo que es insoportable es la
mala conducta en el tránsito terrestre, las apuestas, la bebida, dormidera en
el día en los vehículos, los celulares en los oídos, la falta de dominio en el
guía y otro la emoción de correr en pista.
No quisiéramos acusar al Gobierno de
todos estos males que indican que la sociedad dominicana dentro de 20 años vas
a tener en dominio una población de viejos, ya que los indicadores señalan que
la mayor parte de muertes que ocurren a diario se ubican en los 35 años abajo.
Si el Gobierno actuara con sentimiento
humano y criterio de Patria planificando y estableciendo políticas de controles
a todos estos males pudiéramos decir que viviríamos en una sociedad mejor
organizada, pero frente a este desorden social tenemos que decir que vivimos en
una inseguridad ciudadana.
Siempre nos preguntamos que si el
Gobierno puede controlar la delincuencia, el feminicidio y la drogadicción es
por costumbre en decir que estos flagelos se le fueron al Gobierno de las
manos; no, no es así el Gobierno siempre tiene una bajo la manga como dice el
refrán, lo que pasa es que si el Gobierno enfrenta estas secuencias de
calamidades sociales entonces no tendríamos gobiernos ni autoridades, ya que
cuando no son los propios funcionarios que cometen errores delincuenciales son
los hijos entonces las hojas no se van a romper por esos lasos gordos.
En Villa Isabela saliendo el mes de
diciembre y a mediados del mes de enero entrante han ocurrido una cinco muertes
sobrenaturales donde jóvenes de 18
a 26 años perdieron la vida, uno en riñas y otros en
tránsito, son casos lamentables cuando jóvenes lleno de salud y en la flor de
la juventud vayan al mundo de los muertos. Diríamos que todos vamos a morir y
acudiríamos a la frase mencionada “Que importa un cadáver más si el mundo es un
cementerio”, pero este análisis fundamentalmente tiene el entendimiento que la
muerte vas a llegar, pero no debemos salir a encontrarla.
Jóvenes, padres, autoridades, personas
mayores no vean como cansancio la orientaciones que le dan a la nueva
generación, que aunque ustedes no lo crean sus conejos tienen gran valor y
alguien sin usted saberlo lo asimila y le obedece. Esperamos que las
autoridades especialmente y los demás cumplan con su rol, muchísimas gracias.