martes, 24 de mayo de 2016

Abinader denuncia plan PLD para volver a imponer reelección en 2020

Santo Domingo.- El afán del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por arrebatarle posiciones electivas a la oposición obedece a su obstinación por dirigir el Congreso a su antojo, a juicio del ex candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader.

“De esa forma, reformarían la Constitución en procura de una nueva reelección en el 2020 y controlarían otros aspectos fundamentales de la vida del país”, explicó.

Reiteró, asimismo, que los partidos de oposición no darán por terminado ni aceptan los resultados de las elecciones hasta tanto no sea realizado el conteo manual en los tres niveles de elección, tal como lo establece la Ley Electoral y la resolución emitida por la Junta Central Electoral en la víspera de las elecciones.

Afirmó que “nuestra lucha en esta crisis post electoral obedece a la necesidad de que en el país se respete la democracia, muestra de ello es que no estamos haciendo reclamos por nuestra propia candidatura”.

“Lo que en realidad estamos reclamando son las conquistas obtenidas por los candidatos de la oposición, especialmente los del PRM y aliados”, precisó Abinader en un comunicado.

Agregó que “también estamos defendiendo dos diputaciones que nos quieren arrebatar en el Distrito Nacional, en una maniobra antidemocrática del PLD”.

“Estamos defendiendo, asimismo, diputaciones en la provincia Santo Domingo, en Santiago, San Juan, Barahona, Salcedo y otros lugares que el Gobierno nos quiere arrebatar”, manifestó.

Dijo que “para tratar de cumplir su plan, el PLD resiste el conteo manual de las actas, que es de ley, y que fue ratificado en una resolución de la JCE previo a las elecciones”.

Aclaró que el PRM y aliados apenas tienen un 28% de las actas que debieron confeccionarse en todo el país en los tres niveles de elección.


Reveló que en gran parte del país, incluso en el Distrito Nacional, no han sido contadas manualmente la mayoría de las boletas C, del nivel congresual, ni la C-1, del voto preferencial, que afectan los resultados entre diputados y las senadurías.