viernes, 3 de abril de 2015

Evangélicos ven si Jesús viniera a RD lloraría por “corrupción y antivalores”

Santo Domingo.- La Iglesia Evangélica Dominicana aseguró hoy que si Jesucristo “llegara en este momento” a la República Dominicana lloraría por el sistema de crianza familiar, por la corrupción existente, la crisis económica y la pobreza.

En una carta pastoral difundida hoy la citada iglesia señaló que Jesús lloraría por la corrupción que se está dando en todos los niveles de la sociedad, adueñándose del país y “llevándose al asalto lo que queda de nuestros recursos nacionales, apoyados en una partidocracia obsoleta, movida por la corrupción existente, porque siempre ha existido”.

“En nuestro país la corrupción se ha vuelto tan de moda, que goza de buena asesoría y respaldo nacional e internacional”, agregó la iglesia evangélica con motivo de la conmemoración de la Semana Santa.

En relación a la crianza familiar, opinó que los niños dominicanos en una “gran mayoría” no tienen hogares estables y están expuestos a la violencia intrafamiliar donde los padres están inmersos en un sistema de “antivalores”.

Sobre la crisis económica recordó que la misma se da por la “forma equivocada y mal distribución de la riqueza nacional, no llegando en forma equitativa a todos los sectores, pueblos, iglesias, barrios y provincias del país, convirtiéndose en un sistema injusto”.

A su vez, y respecto a la pobreza, explicó que la pobreza en el país “es hambre, falta de techo bajo el cual resguardarse, estar enfermo y no poder ser atendido por un médico, no poder ir a la escuela y no saber leer, no tener trabajo y perder a un hijo debido a enfermedades relacionadas con el agua impura”.

Por último, indicó que Jesús lloraría también por el alcoholismo en los barrios, las drogas, maltrato y asesinato de la mujer, así como por “nuestros jóvenes que deambulan siendo objetos de la delincuencia por las calles sin esperanza de un futuro mejor, por tantas bancas de apuestas y expendios de bebidas alcohólicas en cada esquina, por la desorganización de los partidos políticos y la ambición”.


Sin embargo, agregaron, “sentiría alegría” al ver crecer las iglesias evangélicas en la República Dominicana y como los creyentes se mueven por todas las calles.