
El dirigente agrario Francisco García, quien fungió como
vocero de los reclamantes manifestó que ellos no pretenden salir de los predios
del CEA hasta que las autoridades competentes no atiendan sus reclamos de
realizar allí un asentamiento agrario a favor de los hombres del campo.
García explicó que antes esta situación, el CEA debe
proceder a la venta o repartición de más de 7 mil tareas de tierras que se
encuentran baldía en esa comunidad mientras que una gran cantidad de campesinos
están deseosos de poner las mismas a producir rubros agrícolas y que no
continúen baldíos convertidas en bosques de malezas como se observa en la
actualidad.

Explicaron que en Imbert y sus comunidades aledañas muchos
hombres que dependían del extinto ingenio Amistad, prácticamente se están
muriendo de hambre por no tener acceso a una fuente de trabajo que le permita
conseguir los alimentos necesarios para subsistir con sus familias.
Se lamentaron que a pesar de la grave situación por la cual están
atravesando en los momentos actuales, las autoridades
del
Gobierno Central ni nadie en particular les interesan la suerte que corren.