Y eso no se queda ahí, pues usted adquiere el acta de nacimiento y a los pocos meses de tenerla se invalida como si naciera de nuevo!.
No solo en las actas de
nacimiento sucede esto, es normal que en una certificación médica o de buena
conducta su vencimiento sea al mes de adquirida.
Si va a sacar la cédula por
primera vez es gratuita, pero si se le pierde tiene que pagar unos 500 pesos y
si se le pierde por segunda vez se duplica el cobro.
Si nos vamos a las
universidades, la estatal le cobra barato los créditos, pero le da el golpe
cuando termina la carrera, ya sea en la graduación o en la obtención de papeles
o títulos.
Antonio Fernández Acevedo |
Para colmo ahora a los
comerciantes le quieren poner un control absoluto y es colocándoles impresoras
fiscales para que no engañen al Estado con los impuestos, suele ser que ningún
negocio podrá vender artículos si no hay energía eléctrica.
Si los recursos que cobrara
el Estado se le devolvieran al pueblo en obras o beneficios no fuera nada, pero
a la vista de todos los funcionarios que manejan esos fondos a los pocos días
son ricos y nadie se preocupa por sacarle cuenta porque es un compañerito del
partido.
A cada empleado se le cobra
una cantidad para su pensión o jubilación, pero con ese dinero otro es el que
dice el destino, menos beneficios para los que hicieron posible esos fondos;
muchas veces los que aportamos esos fondos no llegamos a disfrutarlo.
Aquí se cobra para seguros médicos,
pero ese dichoso seguro es el que controla las enfermedades que uno tiene que
padecer, resulta que si va a la farmacia no le cubre la mayoría de las
medicinas.
Con los impuestos es que se
pagana a los empleados públicos, pero la diferencia que existe es del cielo a
la tierra, por los abultados sueldos de los funcionarios y los debilitados que
son los de los empleados de simple categoría, pero son las mismas necesidades aunque
usted lo califique de Rico o pobre, anciano o joven, somos todos iguales para
la presencia de Dios, diferentes para los que disfrutan del poder y más aún
para los que somos gobernados.
La
Ley del embudo es la que se aplica en nuestra sociedad,
lo ancho para ellos y lo estrecho para uno.