Por Chico Maxiss.-
Las recientes lluvias, provocadas por los remanentes del huracán Melissa, dejaron al descubierto... una vez más, la falta de mantenimiento en las estructuras viales de nuestro país.
Lo ocurrido en Santiago de los Caballeros no fue una sorpresa: fue el resultado del descuido, la falta de planificación y la irresponsabilidad, tanto de las autoridades como de la propia comunidad.
No podemos seguir "tapando el sol con un dedo", ignorando una realidad evidente: los desagües están tapados de basura, basura que la misma gente lanza a las calles, cañadas y drenajes.
Cada aguacero se convierte en una pesadilla anunciada, porque los sistemas de drenaje están colapsados y el mantenimiento brilla por su ausencia... pues quienes están llamados a dar mantenimiento andan "con belen y los pastores".
Lo que vimos en Santiago ayer es solo un reflejo de lo que pasa en todo el país: calles convertidas en ríos, barrios incomunicados y gente atrapada por el agua.
Y es que parece que solo reaccionamos cuando tenemos el agua al cuello, cuando ya es tarde.
Autoridades y ciudadanos debemos asumir nuestra parte, porque mientras sigamos actuando así, cada lluvia seguirá siendo una tragedia repetida.
