Raful reconoció que «la política pública nacional necesita más recursos económicos, más tecnología y, por supuesto, más personal para poder hacer una labor preventiva, y que estos casos no terminen en este desenlace», manifestó.
Consideró que es una tarea que debe involucrar también a las juntas de vecinos, iglesias y a los medios de comunicación.
Al mismo tiempo, manifestó que la salud mental dejó de ser una prioridad hace muchos años, y alertó que República Dominicana enfrenta hoy una deuda social en ese sentido.
El pasado fin de semana cuatro niños murieron en República Dominicana debido a tragedias familiares que involucran a sus progenitores.
De acuerdo con la Policía Nacional, los hechos ocurrieron en distintos sectores de Santo Domingo.
En uno de ellos, una mujer habría intoxicado a sus tres hijos de 11, nueve y siete años antes de quitarse la vida; en el otro, un hombre fue aprehendido acusado de ahogar a su hijo de un año y ocho meses.
Las autoridades reiteraron la necesidad de denunciar comportamientos violentos o inusuales dentro de las familias como medida para evitar nuevas tragedias.