Los signos de los
tiempos se han observado, esperado y contemplado por promesas hechas en busca
de mejorar situaciones de pérdida o distanciamientos de lapsos de amistad de
los humanos a lo divino.
Así lo concibe la
historia de la salvación con respecto al ser humano y el Divino Creador(Dios),
quien plantó y edificó el jardín del edén para bienestar del hombre y sus
descendientes, el cual se olvidó del ser superior y se aferró a sus apetencias
personales, dejando a un lado el agradecimiento y valoración de todo lo que en
sus manos se le ha puesto para que lo administre.
Junto a los tres sabios
Reyes Magos que buscaron a Jesús para traerles incienso, oro y mirra, debemos
caminar todos los hombres y mujeres de fe y sano corazón para ofrecerle nuestro
servicio para bien de nuestros hermanos.
¡Gloria a Dios en las
alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!