
La uniformada identificó a la víctima como Lidia Mercedes
Rodríguez, de 28 años.
Testigos manifestaron que el disparo que mató a la mujer
supuestamente había ocurrido con una escopeta que el guardián de seguridad,
cuyo nombre no fue revelado, le dio a guardar.
Al lugar se presentaron miembros de la Policía Nacional, un
fiscal adjunto y representantes de la Policía Científicas, quienes colectaron
evidencias de lo sucedido.
El cadáver de la dama fue enviado al Instituto Nacional de Ciencias
Forenses de la ciudad de Santiago para practicarle una autopsia.