lunes, 30 de julio de 2018

Sueños que los pueblos siempre esperan


Por José Manuel de La Cruz Vélez

Mi municipio de Villa Isabela está deseando que vuelva la cultura de las fiestas populares que se conocen como fiestas patronales. Indudablemente estas fiestas tienden a celebrarse en épocas de poco movimiento económico debido al producto tradicional de dicha comunidad no está en cosecha y en vista de esto las fiestas patronales surten de ánimo el comercio informal llenando a la gente de ánimo y esperanza.

Villa Isabela tiene varios tiempos que no hace sentir ese ánimo popular debido a que la Iglesia Católica ha controlado esta diversión populacho y sólo ella ha decidido hacer fiestas moderadas, de cultura sana, que no tenga libertinaje y su mayor número de actividades son religiosas.

En efecto las fiestas patronales no son del control popular, en cambio por legitimidad es propia de la Iglesia Católica.

Los pueblos cuando quieren hacer sus fiestas populares también tienen sus facultades basadas en mantener viva la cultura de su pueblo y dirigida por las autoridades o grupos constituidos para tal asunto.

En la región de Villa Isabela hay una cadena de estas diversiones populares como decir Los Anegadizos, La Jaiba, Estero Hondo y ahora comienza en Punta Rusia, aquí se mueven muchas gentes de un pueblo a otro buscando entretenimiento por que al ser humano le hace falta el calor del otro ser humano, somos seres asociados.

Además, hay un conocimiento amplio que se va transmitiendo de generación en generación, gracias a las charlas y conferencias que se incluyen en el programa de estas fiestas populares.

Otros medios es la actividad económica que genera vendedores de todas clases de mercancías generando esto la movilidad del circulante.

Será por esto que el visto candidato a la sindicatura para el 2020 será el dirigente comunitario y político Ruddy Leandro Gómez el cual tiene incluido en el programa de un gobierno municipal dirigido por él una fiesta cultural en contacto con el pueblo donde la cultura específica será el sentir vivo de la población, el sueño de un pueblo verse desbordado en aplauso en la calle con las actividades presentadas a un pueblo conocer, disfrutar, vivir la comida que cien años atrás se comía sería un encanto al paladar, una vibración a los ojos, una maravilla a la memoria y un gozo zarpado entre los brazos de unos y otros. El grito del aleluya y el canto al Avemaría bailando de noche y gozando en el día será su obra por excelencia entre otras ver a un pueblo sonreír con los que a ellos les guste.

Si así lo fuere que el Señor lo bendiga. Gracias.