Mi municipio de Villa
Isabela está deseando que vuelva la cultura de las fiestas populares que se
conocen como fiestas patronales. Indudablemente estas fiestas tienden a
celebrarse en épocas de poco movimiento económico debido al producto
tradicional de dicha comunidad no está en cosecha y en vista de esto las
fiestas patronales surten de ánimo el comercio informal llenando a la gente de
ánimo y esperanza.
Villa Isabela tiene
varios tiempos que no hace sentir ese ánimo popular debido a que la Iglesia Católica ha controlado
esta diversión populacho y sólo ella ha decidido hacer fiestas moderadas, de
cultura sana, que no tenga libertinaje y su mayor número de actividades son
religiosas.
En efecto las fiestas
patronales no son del control popular, en cambio por legitimidad es propia de la Iglesia Católica.
Los pueblos cuando
quieren hacer sus fiestas populares también tienen sus facultades basadas en
mantener viva la cultura de su pueblo y dirigida por las autoridades o grupos
constituidos para tal asunto.
En la región de Villa
Isabela hay una cadena de estas diversiones populares como decir Los
Anegadizos, La Jaiba ,
Estero Hondo y ahora comienza en Punta Rusia, aquí se mueven muchas gentes de
un pueblo a otro buscando entretenimiento por que al ser humano le hace falta
el calor del otro ser humano, somos seres asociados.
Además, hay un
conocimiento amplio que se va transmitiendo de generación en generación,
gracias a las charlas y conferencias que se incluyen en el programa de estas
fiestas populares.
Otros medios es la
actividad económica que genera vendedores de todas clases de mercancías
generando esto la movilidad del circulante.
Será por esto que el
visto candidato a la sindicatura para el 2020 será el dirigente comunitario y
político Ruddy Leandro Gómez el cual tiene incluido en el programa de un
gobierno municipal dirigido por él una fiesta cultural en contacto con el
pueblo donde la cultura específica será el sentir vivo de la población, el
sueño de un pueblo verse desbordado en aplauso en la calle con las actividades
presentadas a un pueblo conocer, disfrutar, vivir la comida que cien años atrás
se comía sería un encanto al paladar, una vibración a los ojos, una maravilla a
la memoria y un gozo zarpado entre los brazos de unos y otros. El grito del
aleluya y el canto al Avemaría bailando de noche y gozando en el día será su
obra por excelencia entre otras ver a un pueblo sonreír con los que a ellos les
guste.
Si así lo fuere que
el Señor lo bendiga. Gracias.