Han
pasado más de 500 años desde que el “Ciclón Batatero” europeo comenzó a
soplar y asolar estas tierras americanas. Los engreídos y altaneros que
asesinaron y aniquilaron las poblaciones indígenas y se robaron las riquezas,
para que los aristócratas de Europa engordaran como puercos, todavía hoy, después
de tantos años, piensan que Latinoamérica sigue siendo su letrina.
De
la manera que ellos lo ven, nuestros países no tienen derecho a ser libres, ni
independientes ni soberanos. Ellos se engrifan y pierden la razón cuando un
Sandino, un Fidel o un Chávez hablan de “autodeterminación.” Impiden, y se
oponen esos europeos a la independencia económica e industrialización de
nuestras naciones. Les gusta vernos famélicos, arreando chivos o halando un
burro con una soga. Disfrutan cuando ven a nuestros hijos con las barrigas
grandes, cargadas de lombrices, caminando descalzos con sus piesecitos
enlodados.
Entonces
ellos vienen y se complacen fotografiando la pobreza, a “ayudar a los pobres” dicen.
Les gusta tener una “parte atrás” donde ellos puedan expresar su ruin hipocresía.
Si aparece un Martíque quiera cambiar la foto, para que nuestra gente pueda
vivir decentemente, ellos lo asesinan; si surge un Allende que les explique a
las gentes que no se dejen robar sus riquezas naturales, ellos lo asesinan; si
vinieran Manolos, Caamaños, Zapatas, Farabundos, Gaitanes, que arenguen a las
poblaciones para que se pongan de pie, allí caen asesinados por los
arrogantes que creen que las ideas “se matan”.
Las
malvadas sanciones impuestas contra Cuba, y el cruel bloqueo mantenido después
de triunfo de la revolución de 1959, han mantenido a esa Perla Antillana, sin
poder industrializar,enana en su empeño por los avances tecnológicos necesarios
para su desarrollo; lenta en el despegue de las nuevas generaciones hacia el
vuelo socialista. Odiosa y espantosa limitación del oxígeno para tratar de
ahogarla económicamente.
Se
repite otra y otra vez la demente obsesión; la enferma y repulsiva creencia de
que las naciones latinoamericanas no tienen derecho a la educación, a la salud,
al trabajo digno, al decoro y al respeto. Nos quieren mantener viviendo con el
pie en el cuello, y esperan que nos guste. De manera mendaz se robaron las
elecciones de la pobre Honduras; con sucias maniobras se apoderaron del
gobierno de Brasil; perversamente convirtieron a Méjico en una “caldera de
grillos”;y apretaron aún más el tornillo de la prostituta callejera conocida
como OEA.
Como
finos ladrones adulteraron las elecciones de Chile, Paraguay, Guatemala y Costa
Rica. Les empezaron a “calentar las calles” a los “simplones” que gobiernan a
la heroica Nicaragua, obligándolos a buscar refugio en el hediondo regazo de
los malhechores eclesiásticos, los maestros del odio y sostén del dominio
imperialista en nuestras tierras. Funesto error político que los
empujó hacia esos lobos para mantenerlos vigentes y darles protagonismo. Bien
podridos deben de estar los huevos nicaragüenses, para que hayan aislado
así a un pueblo tan valeroso y guerrero.
La
letanía de los que se consideran “dueños del mundo” es “que ellos no quieren
otra Cuba en Suramérica.”Para ellos, la opinión de los venezolanos, a los que
ellos llenos de prepotencia y racismo llaman” monos e indios patas rajadas” no
existe.”Nosotros queremos nuestra “democracia” donde nosotros pongamos las
reglas y se protejan “nuestros intereses”, dicen ellos. Mientras tanto, los
“intereses” venezolanos son ignorados.”El deseo de autodeterminación y
soberanía de los venezolanos no es nuestra prioridad,” piensan los pérfidos.
Hay
un profundo trasfondo reaccionario. Es el mismo que inició la aventura del
1939, para “acabar con la idea socialista” en el continente europeo y el mundo,
sin importarles que el conteo final arrojara la horrorosa cifra de 50 millones
de personas. Es el macabro pensar fascista de que “si las gentes son los que
llevan en ellos las ideas, pues hay que destruir las gentes”
Sea como sea, parece que en Venezuela, esta vez la rebeldía
se ha acompañado de gallardía. Las tétricas mafias de Miami, el moribundo
llamado “Grupo de Lima”, y los “alegres vecinos” expertos en el tráfico de
drogas, al menos por ahora se quedaron mondos y lirondos.