Por Orlando Gil.- Cada vez que Joao Santana diga que Odebrecht no financió la campaña de Danilo Medina, los Verde tendrán que caminar más kilómetros.
No bastará con verle crecer la nariz como Pinocho o esperar que otras instancias (norteamericana o brasileña) hagan la revelación del siglo.
La gente no lo advierte, pero existe un afán por complicar las cosas, y las cosas cuando se complican, resultan contrarias al designio.
En principio era conocer los nombres de los sobornados, y sabidos, proceder en justicia.
Contra la corrupción y la impunidad era la consigna. Caerían los que tendrían que caer, pero no sería suficiente consecuencia.
El gobierno, si era el gobierno, o el partido, si era partido, no se la jugarían por nadie. Por muy encumbrado que estuviera.
Era el clásico cabeza de turco, el chivo expiatorio, el pato al agua.
La administración, librada de ese peso, seguirá tan campante como el escocés...
La administración, librada de ese peso, seguirá tan campante como el escocés...