jueves, 16 de febrero de 2017

Hoy se conmemora el 44 aniversario de la muerte de Caamaño Deñó

Santo Domingo.- Hoy se conmemora el 44 aniversario de la muerte de Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder constitucionalista que encabezó un movimiento revolucionario que buscaba reinstalar en el poder al profesor Juan Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963.

Caamaño Deñó fue además militar y héroe dominicano que ocupó la presidencia constitucional de la República durante la Guerra de abril de 1965.

El 3 de febrero de 1973, Caamaño Deñó dirigió una expedición guerrillera que desembarcó en playa Caracoles, Azua, con el propósito de desalojar del poder al entonces presidente Joaquín Balaguer y reinstaurar el régimen constitucional que había elegido presidente a Bosch en 1962.

Pero trece días después del desembarco, el 16 de febrero, las Fuerzas Armadas anunciaron la muerte de Caamaño Deñó junto a dos de sus compañeros, Heriberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas, en el paraje Nizaíto, sección la Orma de San José de Ocoa.

Los combatientes que acompañaron al comandante muerto a los 41 años fueron Ramón Euclides Holguín Marte, Hamlet Hermann Pérez, Mario Nelson Galán Durán, Claudio Caamaño Grullón, Juan Ramón Payero Ulloa y Toribio Peña Jáquez.

Al estallar la Revolución del 24 de Abril, Caamaño encabezó el movimiento creado por el Coronel Fernández Domínguez, quien se encontraba en Puerto Rico con impedimento de entrada al país; inspirado en devolver a la nación el orden constitucional violado en 1963, primero frente a los militares golpistas y luego frente a la invasión norteamericana, convirtiéndose en el líder indiscutible de la guerra de Abril.


Ante la inminente invasión estadounidense con el pretexto de proteger vidas y bienes de ciudadanos estadounidenses, y la llegada de la 82 división aerotransportada de la Armada de los Estados Unidos, con 42 mil marines, Caamaño participa en una reunión en la embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo, donde el embajador de EEUU le dice a Caamaño que no está en calidad de negociar, si no de rendirse, éste a su vez le contesta de la siguiente manera: “Pues permítame decirle que no nos rendiremos y que lucharemos hasta el final”.