
Con la nueva ley, que entró en vigor inmediatamente después
de la firma del gobernador, los entierros podrán ser realizados en más de 1,800
cementerios que administra el estado en Nueva York.
Anterior a la nueva norma conocida como S.2582/A.2647, se
impedía honrar los últimos deseos de muchos neoyorquinos para quienes sus
mascotas “son un miembro más de la familia”, entre ellos “descansar en paz”
junto a sus animales.
No obstante, previo al entierro del animal junto a su dueño
se tendrá que contar con un permiso escrito del administrador del cementerio.
También debe especificarse el costo de la cremación y otros
cargos relacionados. Si la persona muere antes que su animal, se deberá
presentar un testamento especificando quien estará a cargo de los trámites.
La nueva ley fue sometida por el asambleísta James Brennan y
el senador estatal Michael Ranzenhofer, y no incluye a los cementerios
pertenecientes o gestionados por asociaciones religiosas y otras sociedades.