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Desde las 10 de la mañana estuvo desaparecido y fue
encontrado a las 9 de la noche en estado agónico luego de que le buscaran por
todo el sector, de acuerdo a las declaraciones dadas por su abuela, María
Jiménez Díaz a los investigadores.
De acuerdo al reporte policial, al momento en que fue
hallado, el niño expulsaba espuma por la boca y por la nariz y murió mientras
recibía atenciones médicas. El médico legista certificó que el cadáver no
presentó signos de violencia, por lo que se dispuso su traslado al Instituto
Nacional de Patología Forense (Inacif).
Era la segunda vez, en pocos días, que Wilkendri Muñoz
se desparecía para luego ser encontrando en el interior de un vehículo,
según explicó su papá Miguel Muñoz. Este dijo que su hijo entraba a
jugar en carros estacionados, y que se había desaparecido hace varios
días y también apareció dentro de un vehículo del sector.
Pero el caso de Wilkendri no es nuevo. En junio de 2013, en
San Cristóbal, los niños Luis, Johansel y Rainer, de dos, tres y cuatro años,
murieron asfixiados en el interior de un carro, con los cristales
tintados, que se encontraba estacionado en un lugar donde los menores
jugaban.
Esta muerte se da a 19 días de la muerte de la bebé de cinco
meses, Nabila Gómez Lachapelle, quien fue olvidada en el asiento trasero del
carro de su papá el pasado 30 de marzo en el parqueo del Coliseo de Boxeo
Carlos “Teo” Cruz, del ensanche La
Fe.