Santo Domingo.-Maestros, estudiantes y familiares de la
profesora Gioconda Milagros Pérez lloraban su muerte y resaltaban las
cualidades de esa joven mujer que con solo 22 años ya era profesional, tenía
siete meses de embarazo y cursaba una maestría. Se graduó a los 19 años.
Sus sueños se vieron truncados cuando asaltantes le cegaron
la vida de un disparo para robarle el celular a su esposo, en la calle Hermanas
Mirabal, en el sector Santa Cruz, de Villa Mella.
En la funeraria municipal de Villa Mella hoy lloraban su
partida, en una comunidad que está en duelo porque le arrebataron a unos de sus
talentos, y que clama justicia y mayor vigilancia para que hechos como este no
se repitan.
Agapito Pérez, padre de Gioconda, aseguró que el hecho
ocurrió el pasado sábado alrededor de las 9:00 de la noche cuando ella y su
esposo se dirigían a cerrar un colmado que tenían, donde aseguró hay dos
cámaras de seguridad que deben ser analizadas por las autoridades.
Dijo que durante el asalto alguien se cayó y que los
asaltantes pensaron que iban a ser agredidos, por lo que le dispararon en el
pecho, ella fue llevada al hospital Ney Arias Lora donde hicieron todos los
esfuerzos por salvarle la vida a ella y a la criatura, pero fue en vano, ya que
a las 4:00 de la madrugada “ya mi hija estaba muerta”.
“Ay que hacer algo con esos jóvenes de 15 a 20 años que no trabajan
ni estudian y que andan en motores sin placas. La policía los ve y no hace
nada”, exclamó el padre de la víctima.
Mientras, Julio César Pérez, hermano de Gioconda, lamentó
que cada día la inseguridad está peor y los delincuentes se están llevando
jóvenes ejemplares. “Cada día la inseguridad va acabar con nosotros”.
En tanto que Olivia Paniagua, madre de crianza de Gioconda,
lloraba desconsoladamente pidiendo justicia por la muerte de su hija.
En la capilla Azul de la funeraria, el padre Francisco
Marcial ofició una misa de cuerpo presente, donde expresó que se hará todo lo
necesario para que el crimen no quede impune. “Si aquí no actúan, Dios
actuará”. Y oró por los profesores y estudiantes del Liceo Salomé Ureña donde
Gioconda impartía docencia.
El religioso dijo que los alumnos de la víctima se quedan
con el vacío de que quien le daba su materia ya no estará.
Los restos de la joven educadora serán sepultados esta tarde
en el cementerio de Cristo Rey.