
El menor había sido expulsado por mala conducta por la
directora de la escuela básica Anaima Tejeda, Elisaida Pérez, donde se alega
que mantenía en zozobra tanto a estudiantes como a profesores.
La directora dijo que el menor había amenazado con lanzar
dicha bomba en venganza por su expulsión, pero que nunca pensaron que cumpliría
su promesa.
La bomba lacrimógena -de orígen desconocido- causó serios
inconvenientes a los estudiantes y profesores así como a toda la barriada,
donde muchas personas tuvieron que salir de sus casas para poder evitar los
efectos del gas.
El menor se encuentra detenido y será sometido por ante el
tribunal de niños, niñas y adolescentes como lo establece el Código del Menor.