miércoles, 26 de agosto de 2015

La Institución Policial

Por José Acosta Castellanos


Me veo en la obligación de expresar mi opinión en torno a los hechos que recientemente han acontecido en nuestro país y que han provocado un sin número de comentarios despectivos, mal hirientes y carentes de toda objetividad hacia mi gloriosa Institución. Es cierto que tenemos miembros que delinquen y manchan el uniforme y deshonran con sus acciones la integridad institucional. No obstante, no se nos puede encasillar a todos los miembros de la Policía como si fuésemos una banda delincuencial. 

En la Policía Nacional hay conmigo, porque de ello puedo presumir, muchos hombres y mujeres revestidos de los más fundamentales principios y normas de educación, que nos hacen dignos de vestir el uniforme, por lo que no es justo que gente sin criterio, sin fundamentos, sin formación y sin moral, nos quieran señalar a todos como una Institución podrida. Podrida está la sociedad de donde venimos, podridos están los diferentes estratos de nuestra sociedad. Nadie escapa a esa podredumbre. Ni abogados, ni médicos, ni ingenieros, ni políticos, ni sindicalistas, ni periodistas, nadie en este país. Y nosotros no somos la excepción. 

Ahora, podemos jactarnos de decir, que somos la única institución que constantemente se depura y que airea públicamente a aquellos malditos que usando el uniforme violan sus principios e irrespetan el mismo, al actuar en contra de las leyes y los sometemos a la acción de la justicia, como el caso reciente de esos malvados que quitaron la vida a una joven de Azua, sin embargo, no es motivo para que se nos quiera condenar a todos como si fuésemos unos mal nacidos. No es así y mientras vista este uniforme, lo defenderé porque ser policía es para mi cuestión de honor y se que como yo hay miles de mis compañeros con principios y valores que dignifican su uniforme.