Puerto Plata.- Familiares y testigos oculares del momento
cuando alegados agentes policiales hirieron mortalmente a Randy Rivas Payams
(Haina), de 32 años, en la calle Segunda del sector Los Sufridos, en la parte
sur de esta ciudad, negaron que el mismo fuera un delincuente como ha tratado de
aparentar la Policía
Nacional.
En una investigación realizada por este redactor en el mismo
lugar donde ocurrió el pasado viernes dicho hecho de sangre, todos los
residentes testimoniaron que el occiso Rivas Payams era un "muchacho
tranquilo".
Asimismo, aseguraron que es completamente falsa la versión
policial de que minutos antes de ser acribillado, dicho joven participó en un
asalto donde un vigilante privado fue despojado de una escopeta.
Carlos Manuel Trinidad Payams, hermano de la víctima,
aseguró que dos policías identificados como Federico y Jochy fueron los que
dispararon contra su pariente, asesinado en su casa y no en un intercambio
de disparos como ha dicho la
Policía.
Señaló que “la
Policía se contradice en lo referente a ese hecho, ya que
originalmente reportó que Rivas Payams enfrentó una patrulla con una pistola,
pero luego cambiaron la versión por una escopeta calibre 12 milímetros , hasta
el punto de que al momento de ser herido mortalmente mi pariente no tenía ni un
alfiler encima ni mucho menos un arma de fuego”.
Otra joven hermana de la víctima indicó que los agentes
policiales llegaron “como vaqueros”, disparando por doquier, sembrando el
pánico en el lugar y que le tiraron a quema ropa a Randy cuando estaba en
la galería de su casa comiendo.
Añadió que en estado moribundo fue arrastrado por los
uniformados “tal como si fuera un perro” y que no permitieron que sus parientes
y amigos lo llevaran a un hospital, dejándolo morir ante la mirada indignante
de los presentes.
Pidieron al Ministerio Público emprender una investigación
seria sobre este hecho de sangre, debido a que es una completa falacia la
versión policial, de que Randy, en compañía de otros sujetos desconocidos,
presuntamente habían despojado de una escopeta a un vigilante privado y fueron
perseguidos hasta el sector Los Sufridos originándose un intenso tiroteo en el
cual murió.
Los vecinos del lugar precisaron que los agentes policiales
descargaron en más de tres ocasiones sus armas sin importarle que allí
estuvieran niños y mujeres embarazadas, hasta el extremo de que mostraron a los
reporteros casi dos docenas de casquillos de bala que fueron disparados a
mansalva por los uniformados.