martes, 3 de febrero de 2015

A 42 años del desembarco guerrillero de Playa Caracoles

Por el Lic. Nicanor Hernández

El 2 de febrero de 1973 se produjo el desembarco de nueve guerrilleros por la bahía de Ocoa, específicamente por Playa Caracoles, en el sur de la República Dominicana.

Este grupo guerrillero, comandado por el ex-coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, se entrenó militarmente en la isla vecina de Cuba. El gobierno socialista, dirigido por Fidel Castro, acogió de manera generosa en territorio cubano y brindó su apoyo moral y solidario a los patriotas dominicanos.

El ex-coronel Caamaño Deñó había tenido una participación destacada en el levantamiento armado del 24 de abril de 1965, ocho años atrás, cuyo objetivo principal era el retorno al poder del gobierno democrático y constitucional que presidía el Profesor Juan Bosch y que había sido derrocado mediante un fatídico Golpe de Estado en fecha 25 de septiembre de 1963. 

Cuatro días después de iniciado el levantamiento armado de 1965, el 28 de abril, se produjo la segunda intervención militar y política de los Estados Unidos en los asuntos dominicanos, con el propósito de frustrar las aspiraciones del pueblo dominicano de reinstalar el gobierno constitucional derrocado en 1963. Se calcula que más de 42 mil marines norteamericanos desembarcaron en nuestro país, violentando el derecho a la auto-determinación del pueblo dominicano.

Lo que comenzó como una guerra civil, entre dominicanos, terminó como una Guerra Patria. Los militares constitucionalistas y el pueblo dominicano lucharon de manera heroica y valiente, muchas veces con armas primitivas y caseras, contra el ejército más poderoso del Planeta Tierra.

El gran líder y héroe de esa Guerra Patria lo fue, sin lugar a dudas, el entonces Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, quien encarnó la dignidad, el decoro y los sentimientos nacionalistas y patrióticos del pueblo dominicano.

En 1967 Caamaño se establece en Cuba y organiza un movimiento guerrillero que tenía por objetivo derrocar el gobierno neo-trujillista que encabezaba el Doctor Joaquín Balaguer, que se caracterizó por la intolerancia política, asesinatos de opositores, violación de los derechos humanos e irrespeto a la Constitución y leyes establecidas.

El 16 de febrero de 1973, el ex-coronel Caamaño cae prisionero, junto a dos de sus compañeros (Lalane José y Alfredo Pérez Vargas). Los tres fueron torturados y fusilados.

Con la muerte física del ex-coronel Caamaño Deñó, también murió la última esperanza armada de redención del pueblo dominicana. 

Hoy, más que nunca, los ideales de justicia social que encarnara Francisco Alberto Caamaño Deñó deben ser enarbolados por los buenos, auténticos y verdaderos dominicanos.

¡Viva el glorioso Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó !