
El oficial
Cleotilde de Jesús Upia, estaba abrazado con una hija de dos años, cuando se
presentaron los delincuentes portando escopetas, y le obligaron entregar el
arma de reglamento, una pistola calibre 9 milímetros , cuando
este estaba en un colmadón repleto de parroquianos.
Al escapar
del lugar los delincuentes manifestaron: “Entregaremos la pistola cuando
matemos a Quico La Crema ”,
otro presunto delincuente acusado de despojar de una escopeta a miembros de la
citada banca.