New York.- Las elegantes jóvenes son pintadas en la misma plaza
por un joven, quien con calma va poniendo las rayas y demás configuraciones en
sus cuerpos. Decenas de personas (85% hombres) se aglomeran en los alrededores
para observar el desarrollo del trabajo, y el paseo entre varios metros de
distancia que ejecutan libremente las mujeres.
Las mismas son miradas de reojo y como los “mulos mañosos” por los dominicanos, que en su mayoría, antes de entrar a la sede consular hacen un “stop” para distraer la vista. El respeto es obligatorio, nadie se propasa ni hace gestos provocadores ni insinuadores, porque las consecuencias serían gravísimas con
Los
Carmen Salavarrieta, directora de la organización Ángeles en Acción de
Plainfield, Nueva Jersey, indicó que regularmente dicta charlas al respecto,
haciendo énfasis en que no deben decirle nada a los transeúntes, "por muy
buena intención y respeto con que lo hagan, ni tampoco deben mirar de forma
lasciva, porque esto acarrearle consecuencias negativas con la policía”, precisó.