

De acuerdo a los datos suministrados por Cosme Ulloa y Jesús
Cabrera, el occiso se dedicaba a la reparación de radios, televisores y otros
aparatos electrónicos.
Asimismo, al lugar del hecho se presentaron agentes de la Dirección Central
de Investigaciones Criminales (DICRIM) de la Policía Nacional
quienes acompañados de un representante del Ministerio Público y un
médico legista procedieron a levantar el cadáver el cual fue enviado al
Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) en Santiago para realizarle
una necropsia y así determinar las causas de su muerte.