
El reporte preliminar de la policía indicó que la turba
ingresó la tarde del sábado de manera violenta al cuartel del pequeño poblado
de Canoa, 230
kilómetros al oeste de la capital.
“Desafiando a los agentes del orden y tras romper los
barrotes de hierro de la cárcel”, la multitud provocó las heridas con objetos
punzantes que provocaron la muerte del inmigrante haitiano identificado como
Papito Solís, de 30 años. Solís y su hermano, Nulas, de 22
años, estaban detenidos por su presunta vinculación con un asesinato ocurrido
días antes.
La turba también provocó heridas a Nulas Solís y una
fractura en la rodilla derecha al teniente que estaba a cargo del cuartel,
según la policía. El inspector general de la policía, Frener
Bello, abrió una investigación en conjunto con la fiscalía para hallar a los
responsables.
Los linchamientos de presuntos delincuentes y homicidas son
frecuentes en las zonas rurales y barrios marginales de República Dominicana y
con cierta frecuencia involucran enfrentamientos entre haitianos o entre
dominicanos e inmigrantes del vecino Haití.