En los municipios de Villa Isabela y Los Hidalgos hay un
descontrol tan exagerado que cuando pasa un vehículo con sus bocinas encendidas
le activa la alarma a los demás vehículos, también no respetan iglesias,
hospitales, centros educativos y hogares que necesitan tranquilidad a cualquier
hora.
El Artículo 93 de esta misma Ley reitera que es facultad de
los Ayuntamientos regular los ruidos que causen daño.
No es raro ver transitar vehículos con equipos de música
encendidos que hacen paralizar cualquier tipo de conversación que se tenga en
lugares públicos o privados.
La tranquilidad es un derecho que tiene cada ciudadano y más
aún si se encuentra en su hogar, por no decir postrado en un hospital.
Es hora de que se corrija este mal que afecta a toda la
población, eso no quiere decir que dejen de usar sus vehículos para promover
cualquier actividad, debe de realizarse de forma moderada sin que perjudique a
los demás.