Acompañado del gobernador Greg Abbott, quien respaldó su candidatura a la Casa Blanca, Trump dijo que si vuelve a gobernar "le hará el trabajo más fácil" a las autoridades texanas, cuyo territorio colinda con México, y por donde habitualmente ingresan miles de migrantes, principalmente de América Latina.
"Vamos a tomar el control de la frontera y vamos a hacer que tengamos la frontera más segura de la historia. Ahora tenemos la frontera más insegura de la historia", dijo Trump durante una visita a agentes fronterizos en la ciudad de Edinburg (sur).
El republicano dijo que con el gobierno del demócrata Joe Biden "bandas de matones" estaban invadiendo Estados Unidos.
La campaña de Trump ha dejado claro que si este vuelve al poder, diseñará una dura represión contra los migrantes irregulares, con centros de detención y deportaciones masivas.
Eta ley entregará a las autoridades locales la potestad de detenerlos e incluso expulsarlos hacia territorio mexicano.
Según dijo Trump el domingo, "el país se está yendo al infierno. Tenemos gente a la que no le importa, o no son inteligentes u odian al país (...).
Insistió en que hay mucha "gente mala" llegando a territorio estadounidense, y que los estadounidenses que viven cerca de los límites con México "tienen miedo de salir, de caminar" y que quieren vender sus propiedades pero no hay quien se las compre. Aseguró que él resolverá el problema.