lunes, 29 de julio de 2019

Deber y Derecho


Por el Lic. Eddy Arias Gómez

Por lógica y razón todo hombre y mujer llevan encarnados entre sí un cúmulo de deberes y derechos que desde el guión de vida les han sido concebidos desde que nace y muere.

1º Recibimos para luego dar (Derecho para compartir)

2º Conocemos para enseñar (Derecho para aprender)

3º Plantamos para cosechar (Derecho a la producción)

Trabajar es un deber para los seres humanos. Primero como medio de subsistencia y de contribución al progreso social. En este sentido se puede entender la afirmación de San Pablo “Si alguno no quiere trabajar, que no coma (2Ts, 7-11). Además es un deber en la medida en que el hombre por el trabajo consigue el desarrollo y perfeccionamiento personal.

El trabajo también es un derecho de la persona y por cierto derecho a un trabajo digno el hombre económico y socialmente provechoso.

Este derecho al trabajo está muy correlacionado con el mismo derecho del hombre y la existencia.

En todo caso, el obrero ha de tener garantizada, además el fruto de su trabajo, las condiciones humanas, laborales que les permitan satisfacer otras necesidades complementarias.

Más aún, tengan la posibilidad de desarrollar libremente las energías y las cualidades que tal vez en su trabajo profesional apenas pueden cultivar.

En cuáles espacios se debe trabajar: el que la conciencia y posibilidades físicas les sugieran.

Siempre con el pensamiento: “A Dios rogando y con el mazo dando”

Todo trabajo tendrá su recompensa. Obreros a luchar sin descansar. Si se trabaja tendremos el derecho al bienestar pasajero y eterno. “Estudiantes a estudiar”

Hasta el próximo número.