Estimados y amigos, les saludo en el Señor
nuestro hermano mayor y, con alegría quiero compartir con ustedes el mensaje de
este mes que nos invita a la conversión, para manifestar la fe en Jesucristo.
Todos los hombres y mujeres que conformamos
el universo, estamos invitados a una conversión que nos renueve para vivir
conforme a los valores del evangelio.
La Sagrada Escritura insiste en que busquemos
una sincera conversión, es decir, cambios de comportamientos, actitudes y de
conductas, no se trata de que cambiemos de templo, de religión, de una
nominación religiosa, sino que nuestro actuar, querer y sentir esté orientado
por los principios que propone el Señor en su palabra.
En este mes de marzo se nos ofrecen muchos
medios que nos ayudan a propiciar la conversión. La Palabra de Dios, el ayuno,
la penitencia, confesiones, vía crucis, retiros, caminatas, reflexiones, oración,
entre otras posibilidades que propician una conversión, una vida más evangélica,
una fe más robusta.
Aprovechemos todos estos medios, para que
entremos en una profunda y sincera conversión para edificación nuestra y
edificación parroquial y en nuestra familia.
Les invito a participar activa y
conscientemente en las propuestas que la parroquia ofrece en este tiempo de
cuaresma, el cual nos invita a comprender y prepararnos para vivir el misterio
pascual, centro de vida y de fe.
Con bendiciones de lo alto, P. Lucas Evangelista
Núñez Bobadilla
