domingo, 17 de marzo de 2019

Maduro debe ser tratado como lo que es: un criminal de lesa humanidad

imagenPor Jose Flandez.- No se que más tiene que hacer el cínico y repugnante dictador Nicolás Maduro para ser considerado por todos los que se consideran demócratas, como lo que es: un criminal de lesa humanidad.
Y es que con todo y haber sometido a su pueblo a los mayores sufrimientos, crímenes y humillaciones, hay quienes lo apoyan, argumentando conceptos falsos y vacíos, como el de la supuesta soberanía, que en el caso de Venezuela a quien hay que exigirle su respeto es a Cuba y al entreguista, traidor y lacayo tirano usurpador.
El concepto de la no injerencia es el argumento del que se agarran las dictaduras genocidas como la de Maduro, para que la comunidad internacional, representada en sus organismos multilaterales, que en realidad debería ser más activa y efectiva velando por el respeto a los derechos humanos, no interfiera en su forma despiadada de gobernar.
Hay que notar que en los países donde más se respetan los derechos humanos, no se viven enarbolando constantemente esos conceptos de “soberanía y no injerencia”, porque allí obviamente no temen a que los organismos internacionales intervengan en sus asuntos internos, ya que son respetuosos de las normas por las que deben regirse.
Venezuela, un país sometido a la barbarie por el llamado socialismo del siglo 21, donde se irrespetan todos los derechos humanos, donde la economía hace rato que hizo aguas, cayendo su producto interno bruto alrededor de un 50% de su volumen. Donde la hiperinflación ya tocó los techos de la estratosfera y campea la escasez y el hambre, es un país que merece ser inmediatamente intervenido.

Con razón el general de brigada norteamericano Anthony J. Tata, afirmó en una entrevista reciente, que las salidas de Nicolás Maduro están limitadas y que evidentemente su país considera una intervención militar para lograrlo.
“Las acciones de Mike Pompeo son evidencia de que hay una clara consideración de intervención militar en proceso. Desde mi punto de vista, es lo que realmente tenemos que hacer. Hay una crisis humanitaria en proporciones épicas, también tenemos los nexos entre Rusia, China, Cuba e Irán, enemigos de EE UU, y una de las reservas más grandes de petróleo en juego”, manifestó el general en una entrevista para Fox News.
“Tenemos razones para actuar. Necesitamos un plan sofisticado similar al que fue aplicado en 1994 con la invasión de Haití, en el que se utilizó una estrategia militar aérea que demoró solo minutos. Con este tipo de planes, podríamos ingresar la ayuda humanitaria”, explicó.
Apuntó que las prioridades del gobierno estadounidense es promover el socorro a los ciudadanos del país ante la crisis humanitaria y política que ha sido impulsada por el dirigente oficialista.
“Tenemos que localizar y acorralar a Nicolás Maduro en donde se esconde, proteger a Juan Guaidó para ayudarlo a ascender al poder y ayudar al pueblo de Venezuela. Ésos son nuestros principales propósitos para estar allá”, puntualizó.
Resaltó que los planes de otras naciones  y de grupos terroristas también serán atendidos por las fuerzas de seguridad de EE UU. “Debemos hacernos cargos de las injerencias rusas y cubanas, así como de los grupos terroristas como el Hezbolá. Tenemos enemigos tocándonos la puerta y que no están muy lejos de nuestro alcance”.
“Tenemos la capacidad de ingresar en el territorio y hacer lo que tenemos que hacer para remover a Maduro. Obviamente la mejor manera de hacerlo es mediante la diplomacia, la negociación y el hacerle entender que es una causa perdida, pero debe percatarse de que una bala en su frente puede ser su manera de salir de Venezuela. Tenemos la capacidad de hacer eso”, concluyó.
Por otro lado, Antonio Ledesma el ex alcalde de Caracas ahora en el exilio, se manifestó en los mismos términos, reiterando su pedido de una intervención militar, basándose en la aplicación del principio de Responsabilidad para Proteger (R2P) y la intervención humanitaria en Venezuela, los cuales considera necesarios para el país, aunque alegó que “no podemos esperar a que nos auxilien si no lo pedimos”.
Las intervenciones extranjeras son necesarias en determinados momentos donde se ponen en peligro los derechos humanos y la estabilidad de una nación que a la vez contribuiría con la desestabilización de otras naciones que serían vulnerables por el escalamiento de peligrosos conflictos.
Aunque la intervención norteamericana de 1965 en la República Dominicana es harto criticada por muchos, a mi entender, esta lo que hizo fue resolver un conflicto violento entre dominicanos que de esta no haberse producido posiblemente ahora lo estuviéramos lamentando, pues por cierto detuvo el conflicto y de paso concilió la sociedad, organizando elecciones en un corto periodo lo que nos evitó posibles males mayores, como los que lamentablemente en estos momentos sufren los venezolanos. De manera que es justo que se produzca de manera urgente dicha intervención para ponerle fin a la barbarie desatada por los criminales comunistas del siglo 21.