Si uno tuviera el don
de convencer a las gentes; si se poseyera la elocuencia que se necesitaría
para ser escuchado; si se contara con el poder de la lógica
que persuade; o si se pudiera entrar la razón en la cabeza de las
personas; lo primero que, sin perder un instante haría, fuera el tratar de
meter en cordura a nuestros viejos amigos editores de El Ranchero Digital, para
que cambien su mente y para que no se presten a hacerle el juego al Hegemón, dejándose
empujar hacia el repugnante Valle de las Mentiras, publicando las falsedades
que el Imperio y sus bufones y secuaces propagan, para cercar, estrangular
y hacer daño a los heroicos Venezolanos y, por extensión, a toda América
Latina.
No que nos propongamos
aquí tratar de ser románticos, porque el romanticismo no existe en la
política, ni jamás ha existido en la despiadada lucha que los pueblos han
librado por miles de años, tratando de hallar mejores condiciones de
vida, para disfrutar su corto paso por el planeta Tierra. Es un corto período
el que se vive entre nacer y el morir; y esto es verdad también para los
pueblos, las ciudades y las civilizaciones; todos han nacido y han muerto. Han
desaparecido como el polvo que el viento levanta del terreno, para esparcirlo
sin clemencia, y sin importarle hacia donde vaya. Así que de románticos,
ni hablar
Pero la Decencia
sí existe en la política. Y debía ser usada antes de uno dejarse manipular
para mentir a la población; dejarse manipular, o hablar embustes, como decimos
allá. Si los capitalistas, los oligarcas, los latifundistas y los llamados
Trusts se han ensañado contra Venezuela, pretendiendo doblegarla, y tratando de
convertirla desde una nación aguerrida y noble en un humilde ciervo pisoteado, no
luce correcto que alguien, pensada o impensadamente, se vaya para el lado del
truhán, del forajido o del pillo, porque se podría dar la impresión de que a
uno lo cataloguen de tan pillo como ellos.
Claro, no hay una
cosa más tremenda que una muchacha enamorada. Por más que se aconseje a la
niña: Ay mi hija mira que tú estás muy joven. Ay mi hija ese hombre a ti no
te conviene. Ay mi hija primero termina tus estudios. Ay mi hija mira que
tú tienes una vida por delante. Ay mi hija mira que ese muchacho es un
Boriqua y tú sabes que dicen que esas gentes son locas. Ay mi hija mira
que ese hombre es un vago. Ay mi hija no te eches a perder. Ay mi hija mira que
yo he oído que ese hombre es un borrachón y un pendenciero; etc. Cuando la
muchacha dice por ahí me voy, por ahí se va. No es la mente dominando
el cuerpo, es el cuerpo dominando la mente. Cabeza dura, dicen algunos.
Probablemente viniera
alguien que dijera: “Bueno, así como tú tienes derecho, todo el mundo
tiene derecho a que se publique su opinión”. Y aquí es donde reside la
esencia del problema, que una mentira no es una opinión. Mentiras son actos
planificados no para educar, informar o edificar, pero con el único
propósito de engatusar y hacerle daño a la población. Jamás sería posible
escuchar a la pocilga CNN, la decadente Reuter, o la pantanosa BBC
retractándose tras haber dicho o escrito alguna falsedad. Esos obscuros medios
noticiosos tienen un plan hegemonista; planifican el estiércol que publican.
Cuando la llamada
Revolución del ’65 se les informaba al mundo desde la perversa Voz de las Américas
en los Estados Unidos, “que Francisco Caamaño y su grupo eran gentes tan malas
que hasta freían a los dominicanos en ollas para comérselos; porque eran unos
salvajes. Y que había que usar la OEA para detener esas injusticias que
cometían aquellos comunistas; que lo que buscaban era acabar con la
“Democracia” en la República Dominicana”. Los ricachones dominicanos, que
suplicaron para que se diera la invasión, saborearon la horrible mentira con
alegría. Ellos fueron los beneficiados del dominio imperialista endurecido
sobre nuestro país por los siguientes 54 años. Esas ratas vendes patria.
El Hegemón hizo lo
mismo con Iraq, con Panamá, con Granada, con Afganistán, con Libia, con Siria y
con Somalia; y lo mismo que con la vieja Yugoeslavia, que bajo los funestos y
apocalípticos bombardeos, tuvo que explotar como una racimeta de uvas,
produciendo siete nuevas naciones, hoy todas corruptas, empobrecidas y sin
orgullo nacional. Todas estas canalladas fueron hechas bajo la mirada cómplice
de las Naciones Unidas, que nunca encontró la forma de enfrentar al animal
y frenar sus tropelías.
El Hegemón
mintió y manipuló los medios de comunicación para mantener el dominio
del blanco europeo, y el suyo propio sobre aquellos países. Les
asesinó miles de habitantes, les destruyó sus economías y
descaradamente les despojó de sus riquezas. Mintió el pillo para
salvaguardarles los intereses a los malvados grupos eclesiásticos, las
compañías de armamentos y la corrupta Banca Internacional. Y mintió el bandido para
inútilmente tratar de contener los llamados de paz y soberanía en el mundo.
Todos esos crímenes
de lesa humanidad todavía suceden hoy en el mundo, con el mismo monstruo
manipulando las empresas mediáticas, que cada día juegan un papel
más influyente en la población, con la llamada Era Digital; para “Robar de día”;
para despojar a alguien de sus riquezas naturales; o para imponer su forma de
pensar al otro. Incluso, en países que han pasado dos veces por la
amarga experiencia de ver su soberanía atropellada, como el nuestro,
los tristes gobernantes ni siquiera tienen las agallas para denunciar al
Insolente o de oponerse a sus ruines propósitos. Vergonzosamente se hacen
cómplices.
Pero lo que
está mal hecho, está mal hecho. Ni debe ser apoyado el Hegemón; ni se
debe de colaborar con sus intenciones de implantar una Dictadura de un Estado
en el mundo. Una Línea Editorial honesta debía ser la del llamado a
la Paz y la Soberanía para todas las naciones. No se debe permitir
que los Principios de La Carta de las Naciones Unidas sean desconocidos,
arrollados y que se ponga en peligro la paz mundial, sólo por imponer intereses
decadentes e implantar el fascismo.
Los “Cabezas
calientes” guerreristas del Cuarteto Satánico Pence-Rubio-Bolton- Pompeo deben
comprender que el mundo multipolar llegó, y que su horrorosa práctica de
destruir naciones por capricho, o para mostrar poderío, o experimentar nuevos
armamentos, no se les va a permitir. El mundo piensa que ya el vaso se rebosó. Ha
habido demasiado sangre de inocentes derramada .Que ellos deben someterse a
entender que nadie confía más en ellos y sus “razones”, ni les cree que ellos
sean “democráticos”, especiales, invencibles o escogidos. Que las armas
disparan balas, y las balas son ciegas.
Los gangters
políticos pretendieron confundir al mundo, vendiendo mentiras por verdades,
poniendo a un individuo “Mas bruto que un buey” a hablar porquería desde Miami,
para hacer creer a los incautos que ello es posible detener la Rueda de la
Historia; incluso llamando “Ignorantes” a los estudiosos y al mundo científico,
que han establecido que los que realmente deciden acerca de Sistemas Sociales,
son los “Nuevos pobladores” del planeta, las nuevas generaciones, los niños que
ya están y los niños por llegar. Cualquier cosa que nosotros tratemos de
“Imponer” en ese sentido, es pura fantasía.
La lucha por el modo
de producción capitalista para establecerse sobre las relaciones de
producción feudales fue un proceso largo y feroz. Nadie
“impuso” el Capitalismo sobre el Feudalismo. Nadie dijo: ”Vamos a salir de este
Sistema, con su gleba, sus siervos, sus señores feudales y sus feudos, y vamos
a establecer un Sistema de burgueses”. No, es la Sociedad en desarrollo que
escoge el modo de vida que más le convenga, no importa lo que tenga que
sacrificar por ello.
Es la misma Sociedad
en movimiento la que cambia los modos de producción, los medios de producción y
la relación de las fuerzas productivas, que están en constante cambios. No hay
fuerza que pueda impedir el proceso. En los más de cinco siglos que el mundo ha
vivido bajo el control del capital, el Capitalismo sólo ha producido guerras,
desigualdades y miseria a los humanos. Es tiempo de cambiar. Es tiempo de que
las riquezas del mundo sean disfrutadas por “todos” los que vivimos en el
mundo, no por unos pocos.
Ahora que los
imperialistas están acorralados, entonces ellos pretenden recurrir al fascismo.
Par ello los imperialistas se han buscado un pintoresco individuo. Un sujeto
con una mentalidad racista, fascista y supremacista. Un tipo que
acumuló fortuna poniendo las gentes a jugar, para arrancarles el dinero
que se ganaban trabajando, robando a los ancianos sus cheques de Social
Security, proveyéndoles buses para que fueran a jugar, enviándolos para sus
casas más pelados que “la nalga de un mandril”. Este es el elemento que ahora
levanta el Hegemón, dizque “para enfrentar el socialismo”.
Padeciendo la
Sociedad Norteamericana una de las más férreas dictaduras religioso-militar, era
sólo natural que los grupos de poder, que son los propietarios de los Estados
Unidos, trajeran al elemento “borriquito como tú que no sabe ni la u” para
que, siendo una “colorida figura”, entretuviera a la población con sus
ridiculeces, mientras ellos solapadamente imponen su poderío y
atrocidades en los países del mundo, recurriendo a toda clase de villanías.
Y es precisamente
este individuo quien finalmente desenmascara el verdadero propósito que muchos
otros, por largo tiempo, habían tratado de ocultar al mundo: que su engañosa
“democracia” no era más que una pantalla para engañar, robar y expoliar al
otro. El sujeto no es ni siquiera un “político”, pero le encaja bien al grupo
del Cuarteto Satánicos ultra reaccionarios y ultra religiosos sionistas que
tras años de maniobras se adueñaron del poder, aprovechando la
corrupción de la Sociedad Norteamericana, una de las sociedades política y
culturalmente más atrasadas del mundo.
Así que cuando
el desesperado “emperador” anuncia al mundo desde su tribuna en Miami,
que él y su grupo van a parar, a contener, y a bloquear el avance del
Socialismo en Latinoamérica y el mundo. Que ellos pretenden acabar con el
Sistema Social que viene a limpiar el mundo de todas las crueldades y
desigualdades capitalistas, y de todas la suciesas y bajezas del Negocio
Burgués, muchas personas en el mundo empezaron a reír a carcajadas. Rieron
porque el show no sólo fue ridículo, sino que también fue una payasada. Fue una
payasada porque el individuo no sabía de lo que estaba hablando, y fue ridículo
porque enseñó la clase de ignorante que el Hegemón se da de Presidente.
Cuando los países
capitalistas ven ahora que ellos no han podido resolver el problema de las
desigualdades en sus respectivas sociedades, porque su Sistema no se basa en la
igualdad; pero al mismo tiempo observan cómo a los comunistas rusos les
tomó menos de 20 años el transformar su país de una nación atrasada a una
de las más avanzadas que el humano había visto; cuando miran el fenómeno chino,
que en 70 años han rebasado económicamente a todos los hipócritas países
europeos; los imperialistas están que echan humo, molestos e inquietos;
llegando hasta a lo impensable, a atreverse a enfrentar Sistema contra Sistema,
que no es más que una locura.
El capitalismo sólo
tiene guerras y miseria para ofrecer a la humanidad, por lo que es fácil
de vencer. Los capitalistas de Wall Street, las Compañías de Armamentos, los Banqueros
y Ricos Oligarcas, por muy poderosos que parezcan, jamás podrían irse a un
pugilato contra las gentes del mundo, pensando que ellos van a salir
victoriosos. Por eso están siendo desplazados por el multilateralismo, por los países
socialistas, por el Socialismo. Su pretendido protagonismo en el escenario
mundial se está empujando a un lado, al lado nocivo a que ellos pertenecen
en su decadencia, para que desaparezcan lo antes posible.
Cuando algunas gentes
se preguntan: ¿Por qué África es pobre? ¿Por qué es pobre
Latinoamérica? Los capitalistas contestan: “Oh, porque son unos vagos” Pero
cuando un país de África o Latinoamérica decide desarrollar su economía, usar
sus riquezas naturales, educar su población, darles trabajo a sus gentes, construir
industrias, darles la tierra a los campesinos para que la trabajen, porque
quieren dejar de “ser vagos”; entonces los prepotentes y soberbios países
capitalistas se enfurecen y amenazan con sus armamentos y sus ejércitos. Quieren
mantener esos países pobres y miserables para poder robarles.
En fin, nadie ni nada
puede imponerle a la Sociedad humana acerca de cómo escoger el camino hacia
su desarrollo. Ello sólo depende de la gente que vive
aquí en la Tierra; son ellos los que hacen, cambian, producen, y al final,
escogen el futuro que quieren. Así que cualquier “fucú” puede hablar lo
que quiera; ya los ‘reyes” se fueron a la porra; Hittler y Pinochet trataron y
no pudieron, como tampoco ha podido la malvada iglesia católica detener la
marcha hacia el futuro.
Y cuando los
venezolanos se levantan y denuncian lo que está en juego en su país, que
allí se libra la tremenda batalla entre los que desean subyugar el mundo y
el derecho que tiene cada país a vivir en paz, libres y sin guerras; ello debía
ser un llamado a todo el género humano; pues de salirse con las suyas los
bárbaros sionistas, fascistas, y supremacistas, se le estaría entregando el
destino de la Humanidad al mismo diablo; se aceptaría el concepto de que ya las
fronteras no existen, que Soberanía se fue a pasear.
Ahora es el momento
de comprender que aquellos que trataron en la gloriosa Comuna de París, y
aquellos increíbles hombres y mujeres que fundaron la Unión Soviética, estaban
correctos en sus apreciaciones de que implantando el Socialismo, el hombre
implanta la paz. Es la hora de entender que el Cuarteto Satánico pretende poner
a pelear hermanos contra hermanos en Latinoamérica, para destruir nuestra
civilización, nuestra pasión y nuestro patriotismo, trayendo la Guerra, ya que
no lo han logrado con las drogas, ni con las estúpidas religiones, ni con las
dictaduras.