lunes, 25 de febrero de 2019

El Viejo Iracundo está Furibundo


Por el Doctor José Pérez 

Si uno tuviera el don de convencer a las gentes; si se poseyera la elocuencia que se necesitaría para ser escuchado; si se contara con el poder de la lógica que  persuade; o si se pudiera entrar la razón en la cabeza de las personas; lo primero que, sin perder un instante haría, fuera el tratar de meter en cordura a nuestros viejos amigos editores de El Ranchero Digital, para que cambien su mente y para que no se presten a hacerle el juego al Hegemón, dejándose empujar hacia el repugnante Valle de las Mentiras, publicando las falsedades que el Imperio y sus bufones y secuaces  propagan, para cercar, estrangular y hacer daño a los heroicos Venezolanos y, por extensión, a toda América Latina.

No que nos propongamos aquí tratar de ser románticos, porque el romanticismo no existe en la política, ni jamás ha existido en la despiadada lucha que los pueblos han librado por miles de años, tratando de hallar  mejores condiciones de vida, para disfrutar su corto paso por el planeta Tierra. Es un corto período el que se vive entre nacer y el morir; y esto es verdad también para los pueblos, las ciudades y las civilizaciones; todos han nacido y han muerto. Han desaparecido como el polvo que el viento levanta del terreno, para esparcirlo sin clemencia, y sin importarle hacia donde vaya. Así que de románticos, ni hablar

Pero la Decencia sí existe en la política. Y debía ser usada antes de uno dejarse manipular para mentir a la población; dejarse manipular, o hablar embustes, como decimos allá. Si los capitalistas, los oligarcas, los latifundistas y los llamados Trusts se han ensañado contra Venezuela, pretendiendo doblegarla, y tratando de convertirla desde una nación aguerrida y noble en un humilde ciervo pisoteado, no luce correcto que alguien, pensada o impensadamente, se vaya para el lado del truhán, del forajido o del pillo, porque se podría dar la impresión de que a uno lo cataloguen de tan pillo como ellos.

Claro, no hay una cosa más tremenda que una muchacha enamorada. Por más que se aconseje a la niña: Ay mi hija mira que tú estás muy joven. Ay mi hija ese hombre a ti no te conviene. Ay mi hija primero termina tus estudios. Ay mi hija mira que tú tienes una vida por delante. Ay mi hija mira que ese muchacho es un Boriqua y tú sabes que dicen que esas gentes son locas. Ay mi hija mira que ese hombre es un vago. Ay mi hija no te eches a perder. Ay mi hija mira que yo he oído que ese hombre es un borrachón y un pendenciero; etc. Cuando la muchacha dice por ahí me voy, por ahí se va. No es la mente dominando el cuerpo, es el cuerpo dominando la mente. Cabeza dura, dicen algunos.

Probablemente viniera alguien que dijera: “Bueno, así como tú tienes derecho, todo el mundo tiene derecho a que se publique su opinión”. Y aquí es donde reside la esencia del problema, que una mentira no es una opinión. Mentiras son actos planificados no para educar, informar o edificar, pero con el único propósito de engatusar y hacerle daño a la población. Jamás sería posible escuchar a la pocilga CNN, la decadente Reuter, o la pantanosa BBC retractándose tras haber dicho o escrito alguna falsedad. Esos obscuros medios noticiosos tienen un plan hegemonista; planifican el estiércol que publican.

Cuando la llamada Revolución del ’65 se les informaba al mundo desde la perversa Voz de las Américas en los Estados Unidos, “que Francisco Caamaño y su grupo eran gentes tan malas que hasta freían a los dominicanos en ollas para comérselos; porque eran unos salvajes. Y que había que usar la OEA para detener esas injusticias que cometían aquellos comunistas; que lo que buscaban era acabar con la “Democracia” en la República Dominicana”. Los ricachones dominicanos, que suplicaron para que se diera la invasión, saborearon la horrible mentira con alegría. Ellos fueron los beneficiados del dominio imperialista endurecido sobre nuestro país por los siguientes 54 años. Esas ratas vendes patria.

El Hegemón hizo lo mismo con Iraq, con Panamá, con Granada, con Afganistán, con Libia, con Siria y con Somalia; y lo mismo que con la vieja Yugoeslavia, que bajo los funestos y apocalípticos bombardeos, tuvo que explotar como una racimeta de uvas, produciendo siete nuevas naciones, hoy todas corruptas, empobrecidas y sin orgullo nacional. Todas estas canalladas fueron hechas bajo la mirada cómplice de las Naciones Unidas, que nunca encontró la forma de enfrentar al animal y frenar sus tropelías.  

El Hegemón mintió y manipuló los medios de comunicación para mantener el dominio del blanco europeo, y el suyo propio sobre aquellos países. Les asesinó miles de habitantes, les destruyó sus economías  y descaradamente les despojó de sus riquezas. Mintió el pillo para salvaguardarles los intereses a los malvados grupos eclesiásticos, las compañías de armamentos y la corrupta  Banca Internacional. Y mintió el bandido para inútilmente tratar de contener los llamados de paz y soberanía en el mundo.

Todos esos crímenes de lesa humanidad todavía suceden hoy en el mundo, con el mismo monstruo manipulando  las empresas mediáticas, que cada día juegan un papel más influyente en la población, con la llamada Era Digital; para “Robar de día”; para despojar a alguien de sus riquezas naturales; o para imponer su forma de pensar al otro. Incluso, en países que han pasado dos veces por la amarga  experiencia de ver su soberanía atropellada, como el nuestro, los tristes gobernantes ni siquiera tienen las agallas para denunciar al Insolente o de oponerse a sus ruines propósitos. Vergonzosamente se hacen cómplices.

Pero lo que está mal hecho, está mal hecho. Ni debe ser apoyado el Hegemón; ni se debe de colaborar con sus intenciones de implantar una Dictadura de un Estado en el mundo. Una Línea Editorial honesta debía ser la del llamado a la  Paz y la Soberanía para todas las naciones. No se debe permitir que los Principios de La  Carta de las Naciones Unidas sean desconocidos, arrollados y que se ponga en peligro la paz mundial, sólo por imponer intereses decadentes e implantar el fascismo.

Los “Cabezas calientes” guerreristas del Cuarteto Satánico Pence-Rubio-Bolton- Pompeo deben comprender que el mundo multipolar llegó, y que su horrorosa práctica de destruir naciones por capricho, o para mostrar poderío, o experimentar nuevos armamentos, no se les va a permitir. El mundo piensa que ya el vaso se rebosó. Ha habido demasiado sangre de inocentes derramada .Que ellos deben someterse a entender que nadie confía más en ellos y sus “razones”, ni les cree que ellos sean “democráticos”, especiales, invencibles o escogidos. Que las armas disparan balas, y las balas son ciegas.

Los gangters políticos pretendieron confundir al mundo, vendiendo mentiras por verdades, poniendo a un individuo “Mas bruto que un buey” a hablar porquería desde Miami, para hacer creer a los incautos que ello es posible detener la Rueda de la Historia; incluso llamando “Ignorantes” a los estudiosos y al mundo científico, que han establecido que los que realmente deciden acerca de Sistemas Sociales, son los “Nuevos pobladores” del planeta, las nuevas generaciones, los niños que ya están y los niños por llegar. Cualquier cosa que nosotros tratemos de “Imponer” en ese sentido, es pura fantasía.

La lucha por el modo de producción capitalista para establecerse sobre las relaciones de producción  feudales fue un proceso largo y feroz. Nadie “impuso” el Capitalismo sobre el Feudalismo. Nadie dijo: ”Vamos a salir de este Sistema, con su gleba, sus siervos, sus señores feudales y sus feudos, y vamos a establecer un Sistema de burgueses”. No, es la Sociedad en desarrollo que escoge el modo de vida que más le convenga, no importa lo que tenga que sacrificar por ello.

Es la misma Sociedad en movimiento la que cambia los modos de producción, los medios de producción y la relación de las fuerzas productivas, que están en constante cambios. No hay fuerza que pueda impedir el proceso. En los más de cinco siglos que el mundo ha vivido bajo el control del capital, el Capitalismo sólo ha producido guerras, desigualdades y miseria a los humanos. Es tiempo de cambiar. Es tiempo de que las riquezas del mundo sean disfrutadas por “todos” los que vivimos en el mundo, no por unos pocos.

Ahora que los imperialistas están acorralados, entonces ellos pretenden recurrir al fascismo. Par ello los imperialistas se han buscado un pintoresco individuo. Un sujeto con una mentalidad racista, fascista y supremacista. Un tipo que acumuló fortuna poniendo las gentes a jugar, para arrancarles el dinero que se ganaban trabajando, robando a los ancianos sus cheques de Social Security, proveyéndoles buses para que fueran a jugar, enviándolos para sus casas más pelados que “la nalga de un mandril”. Este es el elemento que ahora levanta el Hegemón, dizque  “para enfrentar el socialismo”.

Padeciendo la Sociedad Norteamericana una de las más férreas dictaduras religioso-militar, era sólo natural que los grupos de poder, que son los propietarios de los Estados Unidos, trajeran al elemento “borriquito como tú que no sabe ni la u” para que, siendo una “colorida figura”, entretuviera a la población con sus ridiculeces, mientras ellos solapadamente imponen su poderío  y atrocidades en los países del mundo, recurriendo a toda clase de villanías.

Y es precisamente este individuo quien finalmente desenmascara el verdadero propósito que muchos otros, por largo tiempo, habían tratado de ocultar al mundo: que su engañosa “democracia” no era más que una pantalla para engañar, robar y expoliar al otro. El sujeto no es ni siquiera un “político”, pero le encaja bien al grupo del Cuarteto Satánicos ultra reaccionarios y ultra religiosos sionistas que tras años de maniobras se  adueñaron del poder, aprovechando la corrupción de la Sociedad Norteamericana, una de las sociedades política y culturalmente más atrasadas del mundo.

Así que cuando el desesperado “emperador” anuncia al mundo desde su tribuna en Miami, que él y su grupo van a parar, a contener, y a bloquear el avance del Socialismo en Latinoamérica y el mundo. Que ellos pretenden acabar con el Sistema Social que viene a limpiar el mundo de todas las crueldades y desigualdades capitalistas, y de todas la suciesas y bajezas del Negocio Burgués, muchas personas en el mundo empezaron a reír a carcajadas. Rieron porque el show no sólo fue ridículo, sino que también fue una payasada. Fue una payasada porque el individuo no sabía de lo que estaba hablando, y fue ridículo porque enseñó la clase de ignorante que el Hegemón se da de Presidente.

Cuando los países capitalistas ven ahora que ellos no han podido resolver el problema de las desigualdades en sus respectivas sociedades, porque su Sistema no se basa en la igualdad; pero al mismo tiempo observan cómo a los comunistas rusos les tomó menos de 20 años el transformar su país de una nación atrasada a una de las más avanzadas que el humano había visto; cuando miran el fenómeno chino, que en 70 años han rebasado económicamente a todos los hipócritas países europeos; los imperialistas están que echan humo, molestos e inquietos; llegando hasta a lo impensable, a atreverse a enfrentar Sistema contra Sistema, que no es más que una locura.

El capitalismo sólo tiene guerras y miseria para ofrecer a la humanidad, por lo que es fácil de vencer. Los capitalistas de Wall Street, las Compañías de Armamentos, los Banqueros y Ricos Oligarcas, por muy poderosos que parezcan, jamás podrían irse a un pugilato contra las gentes del mundo, pensando que ellos van a salir victoriosos. Por eso están siendo desplazados por el multilateralismo, por los países socialistas, por el Socialismo. Su pretendido protagonismo en el escenario mundial se está empujando a un lado, al lado nocivo a que ellos pertenecen en su decadencia, para que desaparezcan lo antes posible.

Cuando algunas gentes se preguntan: ¿Por qué África es pobre? ¿Por qué es pobre Latinoamérica? Los capitalistas contestan: “Oh, porque son unos vagos” Pero cuando un país de África o Latinoamérica decide desarrollar su economía, usar sus riquezas naturales, educar su población, darles trabajo a sus gentes, construir industrias, darles la tierra a los campesinos para que la trabajen, porque quieren  dejar de “ser vagos”; entonces los prepotentes y soberbios países capitalistas se enfurecen y amenazan con sus armamentos y sus ejércitos. Quieren mantener esos países pobres y miserables para poder robarles.

En fin, nadie ni nada puede imponerle a la Sociedad humana acerca de cómo escoger el camino hacia su   desarrollo. Ello sólo depende de la gente que vive aquí en la Tierra; son ellos los que hacen, cambian, producen, y al final, escogen el futuro que quieren. Así que cualquier “fucú” puede hablar lo que quiera; ya los ‘reyes” se fueron a la porra; Hittler y Pinochet trataron y no pudieron, como tampoco ha podido la malvada iglesia católica detener la marcha hacia el futuro.

Y cuando los venezolanos se levantan y denuncian lo que está en juego en su país, que allí se libra la tremenda batalla entre los que desean subyugar el mundo y el derecho que tiene cada país a vivir en paz, libres y sin guerras; ello debía ser un llamado a todo el género humano; pues de salirse con las suyas los bárbaros sionistas, fascistas, y supremacistas, se le estaría entregando el destino de la Humanidad al mismo diablo; se aceptaría el concepto de que ya las fronteras no existen, que Soberanía se fue a pasear.

Ahora es el momento de comprender que aquellos que trataron en la gloriosa Comuna de París, y aquellos increíbles hombres y mujeres que fundaron la Unión Soviética, estaban correctos en sus apreciaciones de que implantando el Socialismo, el hombre implanta la paz. Es la hora de entender que el Cuarteto Satánico pretende poner a pelear hermanos contra hermanos en Latinoamérica, para destruir nuestra civilización, nuestra pasión y nuestro patriotismo, trayendo la Guerra, ya que no lo han logrado con las drogas, ni con las estúpidas religiones, ni con las dictaduras.