Difícil
encontrar unos calificativos más apropiados para explicarse…¿qué diablos
pretende la República Dominicana metiéndose a hacer “ejercicios militares” en
la Amazonia de Brazil? Pero… ¿ a quién se le podría
ocurrir la torpeza de aliarse y encompadrar con los mismos sapos y ratas, lobos
y culebras que en aquel año 1965 confabularon y quebraron las aspiraciones
libertarias de los dominicanos, mancillando nuestra soberanía?
Habría
que ser muy sin principios y descarado para caer en semejante bajeza de ir a
amenazar la paz suramericana, sólo por olerles los fondillos a los
imperialistas. Pero…¿es que “los encargados” del Estado dominicano no tienen
vergüenza ni pudor? La población dominicana no quiere guerras, y menos guerras
agresoras. En el ADN de nosotros no está la violencia. Somos un pueblo
amante de la paz.
Nosotros
queremos pelear con nadie. Vivimos en una isla hermosa, donde las olas ríen
con gozo. Compartimos esa isla con nuestros hermanos haitianos que
viven en el lado Oeste, y que nosotros mismos obligamos a irse para
allá por racismo y crueldad. Fueron los ruines españoles, junto
a los hipócritas ingleses, los malandrines holandeses y los malvados
portugueses, que secuestraron esos africanos y los trajeron miles de kilómetros
cruzando un gran océano para someterlos a horrorosa explotación.
Cuando
ya ellos no pudieron aguantar más tortura y maldad, tuvieron que huir a la
parte Oeste de la isla para protegerse de los horrores a que fueron sometidos. Y
ahí está el origen de una división que jamás debió suceder. El
racismo, la codicia y la prepotencia pesaron más que la razón.
Siguieron
tiempos de invasiones recíprocas y hasta cruentas guerras entre las partes,
debido al instigamiento y la siembra de cizañas por parte de los europeos, provocando
el odio y la incomprensión entre las dos naciones para sacar
provecho y apoderarse de las riquezas.
Los
bandidos que se han beneficiado a lo largo de todos esos años, con el tráfico
de armas y el contrabando de mercaderías a través de la frontera, siempre han
predicado los vientos de guerra entre las dos naciones; pero esto es sólo para
sacar beneficios y “pescar en aguas revueltas”. Así se han
acumulado grandes fortunas; pero, siempre que las poblaciones tengan un decir,
guerra entre los dos países nunca habrá.
Ridículo
se debía considerar a un país con tantos problemas de deforestación, agua
potable, viviendas, corrupción, enfermedades contagiosas, energía
eléctrica y mortalidad infantil enviando malandrines a practicar “juegos de
guerra” para complacer los deseos guerreristas de los “dioses de la guerra”. Si
quieren poner los holgazanes barrigudos a practicar, que los manden a cuidar
los bosques; o que los envíen a confiscarles los terrenos a Brugal, Bermúdez, Bordas,
Barceló y otros latifundistas que “joroban nuestro país”.
De
los 193 países reconocidos por las Naciones Unidas, sólo dos andan por el mundo
promoviendo la guerra, y ellos son los imperialistas norteamericanos y los
sionistas judíos. Hoy por hoy no hay otra nación que desee enarbolar la bandera
de la guerra. Pero que nadie vaya a pensar que esos dos países sean los más
valientes y aguerridos del mundo. No. Los habitantes de ambas estados
promotores de la guerra son gentes pacíficas, emprendedoras y trabajadoras que
quisieran que hubiera paz en el mundo. Los malvados son las élites que
controlan ambos paises. Esas élites son mercaderes de armamentos y amasan
colosales riquezas.
Los
grupos de poder de Estados Unidos e Israel necesitan las armas, las bombas, los
tanques, los proyectiles para hacer dinero y enriquecerse. Al promover la venta
de las armas y promover las guerras les permite a ellos también
controlar los bancos, las compañías multinacionales y la asquerosa prensa
internacional.
Las
guerras vendrán a ser cada día más y más raras. Más esporádicas. Un día serán
cosas de un negro pasado. Pasarán como pasaron muchas costumbres del Sistema
Esclavista y del Sistema Feudal. Desaparecerán las guerras al igual que pasarán
las creencias en brujería y estúpidas supersticiones. Se irán las guerras
siendo substituidas por el diálogo, y cuando el humano se aleje más y más de
la época del salvajismo, encontrando explicaciones científicas y tecnológicas
que le permitan descifrar y aprovechar las leyes de la naturaleza.
El
primer derecho del humano es el derecho a vivir en paz. Un grupo de truhanes
quiere llevar los tambores de la guerra a Suramérica. Ahí está la
explicación de porqué los imperialistas han decidido construir el famoso
“muro” en la frontera con Méjico. Para atajar las enormes muchedumbres de
latinoamericanos que huirán hacia el norte para salvar sus vidas, tratando
de escapar de la hecatombe y el holocausto que los oligarcas están
preparando con sus armas de destrucción
Los
oligarcas burgueses dominicanos le venden el alma hasta al diablo por unas
monedas. Gozando de los grandes banquetes, con champaña y cervezas en los
bosques tropicales del Amazonas, lugares donde una vez caminara el
Inca, respirando grandeza y esplendor. Dándoselas de la gran cosa para
aparentar bienestar en el país. ! Mentecatos y Zoquetes ¡
Ahora, ¿Cuál
es la obsesión de los imperialistas con Venezuela? Dos vertientes habría que
ver: la económica y la política. De acuerdo al punto de vista económico, Europa
y Estados Unidos necesitan mantener a Latino América como un patio trasero, siempre
nadando en la pobreza y el subdesarrollo, para así ellos desarrollar sus
propias economías y su modo de vida robándoles las riquezas naturales. Siendo
Venezuela un país con enormes reservas de hidrocarburos y minerales y con una
ubicación geográfica estratégica, ellos no pueden permitir que los venezolanos
se les escapen de las garras.
En
lo político, emprendiendo Venezuela un camino socialista y aprovechando las
enormes riquezas de su territorio para el bienestar de su población, hay plena
certeza de que esa nación comenzará a prosperar y desarrollarse, atrayendo
la atención de sus empobrecidos vecinos, que no vacilarían en seguir el
ejemplo, enrumbando la región entera hacia un camino de libertad, independencia
y auto determinación.
Ha
habido comentarios de que la quema del famoso Museo en Brazil fue planificado
por alguien para tratar de cambiar el tema del impedimento de Lula a participar
en las elecciones. Ellos suponían que la dormida población brazileña se iba a
levantar en protestas. Ellos no debieron quemar el Museo. La población
brazileña está destemplada, totalmente controlada por las creencias
religiosas, el “opio de los pueblos”. Sin embargo, ese lamentable hecho es un
indicador de lo que son capaces de hacer los oligarcas para obtener sus
nefastos propósitos.
En
relación a los dominicanos asociándose con las ratas, solo hay que agregar que
hay que tener una mentalidad atravesada para ser capaz de ignorar las urgentes
y necesarias demandas de la ciudadanía del país y enviar emisarios a estorbar
continentes y provocar incertidumbre en aquellas lejanas tierras. Si es que se
sienten aburridos y no encuentran qué hacer, o que piensan que les sobra
el dinero para malgastar, aquí van algunas sugerencias:
Reconstruyan
los hospitales del pais, con aparatos y equipos modernos, estatizando el
suministro de las medicinas. 2) Emprendan una creíble campaña contra la
corrupción gubernamental. 3) Enfrenten “seriamente” el horrendo tráfico de
drogas, que está creciendo y creciendo cada día más.4)Paren los desmontes
que siguen acabando con los bosques y las montañas del país.5) Entreguen a los
campesinos los terrenos que ostentan los latifundistas del país.
6)
Inicien un programa de construcción de viviendas decentes, usando el material
adecuado, para que la población pueda efectivamente enfrentar los huracanes.7)
Comiencen a investigar a los violadores corruptos obispos católicos, muchos de
los cuales también están hasta el cuello participando en el sucio “negocito de
las drogas”.
Siempre
se ha dicho que uno de los sueños del sector militar y dominicano es codearse y
recibir instrucciones de los “militares gringos”;que eso les produce una gran
satisfacción. Que ellos gozan mirándolos con sus nuevos uniformes, preparados
precisamente para llamar la atención e impresionar. Admiran sus provocativos
movimientos marciales.
Se
dice que algunos de nuestros oficiales hombres de armas nunca se han reído, tratando
a los subalternos “como perros”, pero cuando ven a “esos americanos” no pueden
ocultar una sonrisa de agrado y humildad, bajando la cabeza.
El
aceptar y obedecer los mandatos del amo imperialista, convierte a los
dominicanos en naborías que no se mueven sin la orden del patrón. Gobernantes
sin criterio propio, que no se atreven a oponerse a los planes de la tétrica oligarquía
internacional, representada por los que se consideran ellos mismos la Policía
del Planeta.
Y
no hay que venir aquí de adelantado diciendo cosas y sacando los trapos
sucios hablando de los otros países. Decir por ejemplo cómo el coyote Porfirio
entregó a Méjico a Estados Unidos, enterrando cualquier intento de
aquel país a ser libre y tener autodeterminación.
Hablando
de cómo los colombianos no han podido escapar de la horrenda producción y
tráfico de drogas que los carcome; asesinando impunemente a cientos de líderes
sociales.
Cómo
Brazil, siendo un país enorme, y con grandes recursos, mantiene su población en
la pobreza y la ignorancia, navegando el tumultuoso y nublado panorama de las
creencias religiosas impuestas por los capitalistas, latifundistas y corruptos
generales.
No,no
se debería hacer eso, porque al fin y al cabo ningún país latinoamericano es
perfecto (quizás Cuba, si no la tuvieran perversamente ahogada).Pero es que
cualquiera se sale de quicios al observar maliciosas villanias que, después que
los corruptos se llenan los bolsillos, no vienen a ser más que
payasadas.
