martes, 25 de septiembre de 2018

Villanía, malicia o payasada?

Por el Doctor José Pérez

Difícil encontrar unos calificativos más apropiados para explicarse…¿qué diablos pretende la República Dominicana metiéndose a hacer “ejercicios militares” en la Amazonia de Brazil?  Pero… ¿ a quién se le podría ocurrir la torpeza de aliarse y encompadrar con los mismos sapos y ratas, lobos y culebras que en aquel año 1965 confabularon y quebraron las aspiraciones libertarias de los dominicanos, mancillando nuestra soberanía?

Habría que ser muy sin principios y descarado para caer en semejante bajeza de ir a amenazar la paz suramericana, sólo por olerles los fondillos a los imperialistas. Pero…¿es que “los encargados” del Estado dominicano no tienen vergüenza ni pudor? La población dominicana no quiere guerras, y menos guerras agresoras. En el ADN de nosotros no está la violencia. Somos un pueblo amante de la paz.

Nosotros queremos pelear con nadie. Vivimos en una isla hermosa, donde las olas ríen con  gozo. Compartimos esa isla con nuestros hermanos haitianos que viven en el lado Oeste, y que nosotros mismos obligamos a irse para allá por racismo y crueldad. Fueron los ruines españoles,  junto a los hipócritas ingleses, los malandrines holandeses y los malvados portugueses, que secuestraron esos africanos y los trajeron miles de kilómetros cruzando un gran océano para someterlos a horrorosa explotación.

Cuando ya ellos no pudieron aguantar más tortura y maldad, tuvieron que huir a la parte Oeste de la isla para protegerse de los horrores a que fueron sometidos. Y ahí está el origen de una división que jamás debió suceder. El racismo, la codicia y la prepotencia pesaron más que la razón.
 
Siguieron tiempos de invasiones recíprocas y hasta cruentas guerras entre las partes, debido al instigamiento y la siembra de cizañas por parte de los europeos, provocando el odio  y la incomprensión entre las dos naciones para sacar provecho y apoderarse de las riquezas.

Los bandidos que se han beneficiado a lo largo de todos esos años, con el tráfico de armas y el contrabando de mercaderías a través de la frontera, siempre han predicado los vientos de guerra entre las dos naciones; pero esto es sólo para sacar beneficios  y “pescar en aguas revueltas”. Así se han acumulado grandes fortunas; pero, siempre que las poblaciones tengan un decir, guerra entre los dos países nunca habrá.

Ridículo se debía considerar a un país con tantos problemas de deforestación, agua potable, viviendas, corrupción, enfermedades contagiosas, energía eléctrica y mortalidad infantil enviando malandrines a practicar “juegos de guerra” para complacer los deseos guerreristas de los “dioses de la guerra”. Si quieren poner los holgazanes barrigudos a practicar, que los manden a cuidar los bosques; o que los envíen a confiscarles los terrenos a Brugal, Bermúdez, Bordas, Barceló y otros latifundistas que “joroban nuestro país”.

De los 193 países reconocidos por las Naciones Unidas, sólo dos andan por el mundo promoviendo la guerra, y ellos son los imperialistas norteamericanos y los sionistas judíos. Hoy por hoy no hay otra nación que desee enarbolar la bandera de la guerra. Pero que nadie vaya a pensar que esos dos países sean los más valientes y aguerridos del mundo. No. Los habitantes de ambas estados promotores de la guerra son gentes pacíficas, emprendedoras y trabajadoras que quisieran que hubiera paz en el mundo. Los malvados son las élites que controlan ambos paises. Esas élites son mercaderes de armamentos y amasan colosales  riquezas.

Los grupos de poder de Estados Unidos e Israel necesitan las armas, las bombas, los tanques, los proyectiles para hacer dinero y enriquecerse. Al promover la venta de las armas y promover las  guerras les permite a ellos también controlar los bancos, las compañías multinacionales y la asquerosa prensa internacional.

Las guerras vendrán a ser cada día más y más raras. Más esporádicas. Un día serán cosas de un negro pasado. Pasarán como pasaron muchas costumbres del Sistema Esclavista y del Sistema Feudal. Desaparecerán las guerras al igual que pasarán las creencias en brujería y estúpidas supersticiones. Se irán las guerras siendo substituidas por el diálogo, y cuando el humano se aleje más y más de la época del salvajismo, encontrando explicaciones científicas y tecnológicas que le permitan descifrar y aprovechar las leyes de la naturaleza.

El primer derecho del humano es el derecho a vivir en paz. Un grupo de truhanes quiere llevar los tambores de la guerra a Suramérica. Ahí está la explicación de porqué los imperialistas han decidido construir el famoso “muro” en la frontera con Méjico. Para atajar las enormes muchedumbres de latinoamericanos que huirán hacia el norte para salvar sus vidas, tratando de  escapar de la hecatombe y el holocausto que los oligarcas están preparando con sus armas de destrucción

Los oligarcas burgueses dominicanos le venden el alma hasta al diablo por unas monedas. Gozando de los grandes banquetes, con champaña y cervezas en los bosques tropicales del Amazonas, lugares donde  una vez caminara el Inca, respirando grandeza y esplendor. Dándoselas de la gran cosa para aparentar bienestar en el país. ! Mentecatos y Zoquetes ¡

Ahora, ¿Cuál es la obsesión de los imperialistas con Venezuela? Dos vertientes habría que ver: la económica y la política. De acuerdo al punto de vista económico, Europa y Estados Unidos necesitan mantener a Latino América como un patio trasero, siempre nadando en la pobreza y el subdesarrollo, para así ellos desarrollar sus propias economías y su modo de vida robándoles las riquezas naturales. Siendo Venezuela un país con enormes reservas de hidrocarburos y minerales y con una ubicación geográfica estratégica, ellos no pueden permitir que los venezolanos se les escapen de las garras.

En lo político, emprendiendo Venezuela un camino socialista y aprovechando las enormes riquezas de su territorio para el bienestar de su población, hay plena certeza de que esa nación comenzará a prosperar y desarrollarse, atrayendo la atención de sus empobrecidos vecinos, que no vacilarían en seguir el ejemplo, enrumbando la región entera hacia un camino de libertad, independencia y auto determinación.

Ha habido comentarios de que la quema del famoso Museo en Brazil fue planificado por alguien para tratar de cambiar el tema del impedimento de Lula a participar en las elecciones. Ellos suponían que la dormida población brazileña se iba a levantar en protestas. Ellos no debieron quemar el Museo. La población brazileña está destemplada, totalmente controlada por las creencias religiosas, el “opio de los pueblos”. Sin embargo, ese lamentable hecho es un indicador de lo que son capaces de hacer los oligarcas para obtener sus nefastos propósitos.

En relación a los dominicanos asociándose con las ratas, solo hay que agregar que hay que tener una mentalidad atravesada para ser capaz de ignorar las urgentes y necesarias demandas de la ciudadanía del país y enviar emisarios a estorbar continentes y provocar incertidumbre en aquellas lejanas tierras. Si es que se sienten aburridos y no encuentran qué hacer, o que piensan que les sobra el dinero para malgastar, aquí van algunas sugerencias:

Reconstruyan los hospitales del pais, con aparatos y equipos modernos, estatizando el suministro de las medicinas. 2) Emprendan una creíble campaña contra la corrupción gubernamental. 3) Enfrenten “seriamente” el horrendo tráfico de drogas, que está creciendo y creciendo cada día más.4)Paren los desmontes que siguen acabando con los bosques y las montañas del país.5) Entreguen a los campesinos los terrenos que ostentan los latifundistas del país.

6) Inicien un programa de construcción de viviendas decentes, usando el material adecuado, para que la población pueda efectivamente enfrentar los huracanes.7) Comiencen a investigar a los violadores corruptos obispos católicos, muchos de los cuales también están hasta el cuello participando en el sucio “negocito de las drogas”.

Siempre se ha dicho que uno de los sueños del sector militar y dominicano es codearse y recibir instrucciones de los “militares gringos”;que eso les produce una gran satisfacción. Que ellos gozan mirándolos con sus nuevos uniformes, preparados precisamente para llamar la atención e impresionar. Admiran sus provocativos movimientos marciales.

Se dice que algunos de nuestros oficiales hombres de armas nunca se han reído, tratando a los subalternos “como perros”, pero cuando ven a “esos americanos” no pueden ocultar una sonrisa de agrado y humildad, bajando la cabeza.

El aceptar y obedecer los mandatos del amo imperialista, convierte a los dominicanos en naborías que no se mueven sin la orden del patrón. Gobernantes sin criterio propio, que no se atreven a oponerse a los planes de la tétrica oligarquía internacional, representada por los que se consideran ellos mismos la Policía del Planeta.

Y no hay que venir aquí de adelantado diciendo cosas y sacando los trapos sucios hablando de los otros países. Decir por ejemplo cómo el coyote Porfirio entregó a Méjico a Estados Unidos, enterrando cualquier intento de aquel  país a ser libre y tener autodeterminación.

Hablando de cómo los colombianos no han podido escapar de la horrenda producción y tráfico de drogas que los carcome; asesinando impunemente a cientos de líderes sociales.

Cómo Brazil, siendo un país enorme, y con grandes recursos, mantiene su población en la pobreza y la ignorancia, navegando el tumultuoso y nublado panorama de las creencias religiosas impuestas por los capitalistas, latifundistas y corruptos generales.


No,no se debería hacer eso, porque al fin y al cabo ningún país latinoamericano es perfecto (quizás Cuba, si no la tuvieran perversamente ahogada).Pero es que cualquiera se sale de quicios al observar maliciosas villanias que, después que los corruptos se llenan los bolsillos, no vienen a ser más que payasadas.