Santo Domingo.- El
expresidente Leonel Fernández sufrió una derrota política con la aprobación de
la Ley de Partidos Políticos que deja el tipo de padrón a opción de los
organismos de los partidos políticos.
El exmandatario y
presidente del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) contaba en
principio de esta guerra política con la alianza estratégica del Partido
Revolucionario Moderno (PRM) y del Reformista Social Cristiano (PRSC), quienes
rechazaban las primarias abiertas propuestas por el sector del presidente
Danilo Medina.
Tanto el grupo de Medina
como el PRM flexibilizaron sus posiciones y llegaron al punto común de que no
se les imponga un método específico, pero Fernández radicalizó sus posiciones,
perdió los aliados coyunturales y se opuso a que la Junta Central Electoral sea
la que organice las primarias.
Ahora Fernández y sus
seguidores tendrán otra dura y desigual batalla que librar en el Comité
Central, donde se espera que triunfe la posición danilista de primarias
abiertas, con la mayoría de unos 635 miembros.
El próximo paso es acudir
al Tribunal Constitucional, órgano en el que Medina también ampliará su
influencia cuando convoque al Consejo Nacional de la Magistratura.
La politóloga Rosario
Espinal argumenta que Fernández, a pesar de su gran formación e inteligencia
política, nunca entendió que su rol después de salir de la presidencia del país
en el 2012 era dedicarse a institucionalizar el PLD para terminar con el caudillismo.
“Se concentró, por el
contrario, en querer volver; pero encontró de frente a otro líder de su partido
opuesto a ese objetivo. Esa es la guerra que llevan Leonel Fernández y Danilo
Medina desde el año 2012, y que se aviva en esta coyuntura”, expresó.