Raúl Pérez Peña (BACHO)
El tema del gobierno fallido, igual que el del Estado,
alcanza para un debate académico, con augurios de “casa llena” y
expositores que harían valiosos aportes al acervo histórico dominicano.
Vivimos un excelente momento para ventilar el tema, igual
que aspectos esenciales de la
Marcha Verde que el gobierno quisiera conocer, aunque le
cueste un ojo y la mitad del otro.
Por cierto que, el brote creciente de la Marcha Verde, con
muchedumbres movilizadas, ha sido una resultante inequívoca de los pasos
fallidos del actual gobierno.
Mientras más falla el gobierno más repulsa e indignación
provoca.
Vea, por el ejemplo, el papelazo con los encartados en el
escándalo Odebrecht. No están todos los que son, y mucho menos lo
contrario.
Falta mucha gente enlodada en ese expediente.
Lo peor es que los pocos oficialistas imputados serían
liberados de cargos según comentarios circulantes.
Se ha intensificado el rumor callejero de que cuando
Temístocles Montás mostró una “V” con el dedo índice y el mayor de una de
sus manos “quería decir faltan dos: Leonel y Danilo”.
La palabras de Montás como reacción ante la sentencia
pronunciada en su caso la noche del juicio, fueron “directas al hígado” de
personajes prominentes de la élite morada que no aparecen en el expediente, sin
que nadie se la “juegue” insinuando que dicha exclusión fuera “obra y gracia
del espíritu santo”.
Observadores advierten que un mayúsculo fallo a simple vista
del expediente Odebrecht, radica en dejar fuera algunos senadores y senadoras
que no obstante haber transitado el lodazal tipo ciénaga resultó sin enlodarse,
dicen ellos. O sea que aparecieron secos luego de cruzar. Este fue “un chiste
fallido” opinaron los observadores.
Entonces el pueblo dominicano sufre la cruda realidad de un
gobierno cuestionado con fuertes y numerosas críticas que le atribuyen
resquebrajamiento social, político y económico, mientras sube la curva de su
incompetencia para garantizar derechos ciudadanos elementales. En el citado
programa radial preguntaron cómo llamar al gobierno. Alguien respondió:
“Gobierno fallido”, cosa demostrable en un debate.
Otro oyente preguntó: “¿Asistirían del Palacio al debate?
¿Tienen miedo?