Por Parmenio Paulino
Nuesi.-
Ante la ausencia de una oposición coherente y eficaz que reclame de los funcionarios
el cumplimiento de la ley, ha surgido oportunamente en el mismo seno de la
sociedad un movimiento denominado “marcha verde”, el cual ha creado un
precedente positivo en la forma de exigir los derechos conculcados a la gran
mayoría de los dominicanos.-
Cada semana, en cada pueblo multitudes reclaman de las
autoridades hacer justicia contra aquellos que han llegado al poder a
enriquecerse del erario publico.-
A pesar de su formación heterogénea y casi espontánea, muchos
de sus integrantes o mas bien de sus participantes, que van desde ciudadanos ejemplares
y auténticos demócratas, hasta otros que se involucran a esta actividad buscando
protagonismo a fin de preservar su acostumbrado arribismo político de varios años. Así también, se han integrado elementos de la
llamada izquierda rancia que viven del caos y que solo aportan al desorden para
mantener ocupado su ego patriótico de hacer oposición toda la vida.-
En efecto y a pesar de todo, es importante la preservación de
este movimiento de formación cívica e independiente, sin la necesidad de comprometerse
con la cúpula tradicional formada por miembros y dirigentes execrables de los diferentes
partidos políticos del país. -
Hemos podido escuchar esta misma semana declaraciones de dos
líderes de diferentes partidos del sistema, los cuales descienden al terreno de
los miserables para defender a sus sobornados favoritos mientras la sociedad
exige castigo para todos los corruptos.-
Y esto ocurre, después que el movimiento marcha verde demando
de la procuraduría general de la república hacer justicia encausando a los
encartados en el expediente que enviaron las autoridades brasileñas a las
dominicanas, conforme a las delaciones ofrecidas por los funcionarios de
Odebrecht.-
Estos dirigentes, con “aspiraciones presidenciales” al ver
embarrado a su compañero con el lodo de la corrupción que también pudiese
salpicarle, alegan persecución política en un país donde la democracia esta
desbordada.-
Queda claro, que para enfrentar la corrupción en nuestro país,
no podemos contar con el apoyo de los partidos del sistema, pues ellos también
están intoxicados y defienden a los corruptos de su mismo color presentándoles
como hombres honestos y perseguidos políticamente.-