Santo Domingo.- El excandidato presidencial, Luis Abinader,
aseguró hoy que durante los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana
(PLD) se ha construido un “sistema de impunidad que anuló la separación de los
poderes del Estado, y eliminó los frenos y contrapesos establecidos por la Constitución y las
leyes”.
Abinader reaccionó así ante el discurso de rendición de
cuentas del presidente Danilo Medina y consideró que éste dejó sin respuesta la
principal preocupación que tiene la sociedad dominicana, que a su entender es
el imperio de la corrupción y la impunidad en la gestión pública.
“El Estado dominicano se ha privatizado y quedado a merced
de una corporación que lo gestiona en su beneficio particular y el de sus
allegados. Esa corporación promueve anti valores, sobre todo entre los
jóvenes, con el mensaje distorsionado de un consumismo incontrolado y la
ostentación de grandes bienes, que empujan al enriquecimiento ilícito y
acelerado”, expresó.
Resaltó que los casos de corrupción han trascendido a la
opinión pública a partir de escándalos internacionales o de lamentables
tragedias, “nunca por iniciativas del gobierno a partir de las obligaciones que
le mandan la Constitución
y las leyes”.
Además, alertó que frente a la confesión de la empresa
Odebrecht de que pagó 92 millones de dólares en soborno a funcionarios del
Estado dominicano a cambio de grandes contratos de obras públicas, “el gobierno
pretende concretar un acuerdo para proteger a la firma Odebrecht y a los
funcionarios sobornados”.
Sobre el proceso de licitación y contratación de Punta
Catalina, sostuvo que estuvo plagado de vicios y cuestionamientos.
Definió como lamentable que en su discurso de dos horas y
diez minutos, el presidente Medina no se refiriera al tema del endeudamiento
público.
“Al 31 de enero de 2017, la deuda pública consolidada del
gobierno dominicano fue de US$35 mil millones. De esa suma, la
administración de Medina es responsable de más de US$10 mil millones, casi
la tercera parte de toda la deuda acumulada desde el 1940 para acá”,
explicó.
Afirmó que “una buena cantidad de esa deuda se habrá
consumido en gasto corriente, en hoteles y restaurantes, en viajes, en sobornos
y, en general en despilfarro y en pago de intereses. Esa deuda se ha gastado en
los sobornos de Odebrecht, en los Tucanos, en OISOE, en comprar reformas
constitucionales, sobrevaluaciones, imposición de candidatos y otras cosas”.