
Los manifestantes acompañados de pastores evangélicos,
sacerdotes católicos y líderes comunitarios marcharon desde las comunidades
Cañada Grande, La Palmita
y La Piragua
conjuntamente con habitantes de Gualete, hasta llegar a la parte frontal del
ayuntamiento del municipio de Los Hidalgos, donde reclamaron la reparación de
la carretera La
Palmita-Gualete que está completamente intransitable.

Durante el transcurso de la manifestación, los residentes en
esas localidades antes mencionadas cargaron un ataúd de madera donde según
explicaron murieron las esperanzas de que las autoridades cumplan con los
ofrecimientos de que esas vías de comunicación serian reparadas lo más rápido
posible, promesas que llevan casi tres años y todavía no se concretizan.