
El alto mando policial se expresó en estos términos tras
lamentar la puesta en libertad de Liriano Sánchez, vinculado a una presunta red
al servicio del narcotráfico y sicariato en el país.
Castro Castillo aseguró que como policías ellos hicieron su
trabajo y aportaron todas las pruebas necesarias en contra del oficial que
llevaba nueve meses en prisión preventiva en la cárcel de Najayo.
Aparte de la garantía económica de RD$100,000, a través de
una póliza de seguro, el Juzgado de la Instrucción de San Cristóbal dispuso impedimento
de salida y presentación los días 30 de cada mes por ante el Ministerio Público
que lleva la investigación.
Según la acusación, el exoficial supuestamente formaba parte
de una alegada banda compuesta por 13 personas, y que encabezaba el prófugo
Salomón Eusebio Rosario (Piki). Según la Policía , el grupo de supuestos sicarios por paga
operaba en La Romana ,
como centro de mando, para asesinar y realizar cobros compulsivos a personas
vinculadas al tráfico de drogas y lavado de dinero.
En noviembre del 2013, la Policía dijo que pudo demostrar que Liriano,
quien ocupó cargos importantes en la Dirección Nacional
de Control de Drogas, hizo transacciones de venta irregular de viviendas a
personas vinculadas al sicariato.
Dijo además, que en la finca del teniente coronel, en San
Cristóbal, se albergaron a los difuntos sicarios Juan Félix Cordero Febles
(Copelín) y Edgar Rafael Rijo Astacio (Maestrico).
También a Liriano se le vincula a la falsificación de la
firma de Copelín en un contrato de alquiler dos días después de su muerte.