
El pastor Nicolás Galván fue llevado por agentes policiales
ante la Procuraduría
Fiscal de esta ciudad, tras una denuncia de Johan Bos, de
nacionalidad holandesa, quien dirige la entidad Seibo Werkgroep Putten, que
desde el 2002 mantiene intercambios y ayuda con el pastor, lo que ha abierto un
debate sobre el uso de los fondos y las labores de los jóvenes voluntarios. Bos
mostró copia de envíos y transferencias, vía el banco ABN AMRD, por más de 60
mil euros, y afirmó que lo enviado a Galván ronda los RD$20 millones en los
años del acuerdo, sin que se vean los resultados.
Galván dirige el Centro Integral de Servicios Cristianos,
incorporado desde el 22 de febrero del 2002, cuando se autorizaron 12 aulas,
que no operan en su totalidad y más bien parece la vivienda de varias familias,
aunque él explica que están de vacaciones. Las fricciones surgieron en el 2012.
Sin embargo, la querella puesta en la fiscalía por el
extranjero, busca que el pastor les permita retirar 7 camas, 9 computadoras
tipo lap tops, y pasar a otras personas el manejo del centro que ha recibido
ayudas millonarias para colaborar con los necesitados de la popular barriada.
Galván puso en duda los propósitos del extranjero, y dijo
que se alejó de él por principios cristianos, al no compartir algunos
comportamientos de los jóvenes.